«Nunca abandonaré la política»

- ¿Cuándo tomó la decisión de no continuar en el cargo?

- Hace tiempo, pero resultaba complejo concretarla. El plazo que me había fijado se ha ido demorando por las elecciones y las circunstancias que han surgido. Lo único que tenía claro es que un paso así no puede ser un capricho ni una elección propia, sino que lo coherente era hacerlo coincidir con la apertura de una nueva etapa como es el caso.

- ¿Ha sido por voluntad personal o incitada por algo o alguien?

- Nadie me lo ha indicado. Aquí, tanto la presidenta de La Rioja como el secretario general del partido estaban encantados con la posibilidad de que pudiera continuar. Sin embargo, yo ya había anunciado que llegaba a la Delegación del Gobierno para un periodo extraordinario que la coyuntura ha ido alargando. Recalé en un momento en que el PSOE no estaba en las instituciones, como una punta de lanza. Mis características se acomodaban para cumplir ese cometido y creo que la persona que me releve debe tener otras características.

- ¿Que sea más joven, mujer...?

- Por ejemplo. Hace tiempo que participo de la convicción de que el XXI debe ser el siglo de las mujeres y que una de ellas ocupe un cargo tan relevante lo constataría.

- ¿Tendrá usted capacidad de decisión en la elección de quién ocupe ahora la Delegación?

- Estoy convencido de que será gente amiga, pero nada más. El criterio de los nombramientos no me corresponde a mí.

- ¿No hubiera sido lo propio completar la legislatura que ahora se presume larga después de haber asumido el cargo en un momento que, como reconoce, ofrecía dudas de continuidad a corto plazo?

- No vine para eso ni con esa perspectiva. Como le digo, mi perfil era el propicio para un periodo excepcional pero no quizás para uno más ordinario como el actual. Después de 20 meses magníficos, admito una cierta dosis de egoísmo al dejar una responsabilidad que le confieso que asumí con prevenciones. Durante mi etapa como presidente de La Rioja y referencia política del PSOE en la comunidad, mi figura pudo dejar un buen sabor de boca, de forma que volviendo a la primera línea de la política en un momento además muy complejo podría jugarme ese crédito. Llega un instante de la vida en la que te planteas para qué girar con determinadas ruletas, pero el resultado ha sido excelente.

- ¿No reconoce ninguna carencia en su gestión?

- El hecho es que los objetivos se han cumplido. Puede que hayan quedado pendientes algunos flecos, pero desde luego las grandes metas que estaban fijadas cuando llegué se han alcanzado. Y no es publicidad barata. Los últimos 20 meses han sido los más fructíferos para La Rioja en inversiones del Estado. Inversiones reales; no de las presupuestadas, sino de las licitadas y adjudicadas. Se ha avanzado como nunca había sucedido y se han desatascado cuestiones que llevaban años aparcadas. Lo más importante es que se ha dado un impulso fundamental y se ha marcado un camino sobre el que ahora son otros los que deben pedalear.

- La oposición no está tan de acuerdo con esa lectura y le responsabilizan del proyecto de Ley de Presupuestos del Estado del 2019 que preveía rebajar drásticamente el dinero destinado para la comunidad de La Rioja.

- Si lo único que el PP es capaz de achacarme es que salíamos mal en una foto que nunca llegó a publicarse es que, con todos mis respetos, son incapaces de reconocer la realidad. Los próximos Presupuestos Generales vendrán como vengan, pero el hecho indiscutible es que en este periodo se ha adjudicado en La Rioja la mayor obra como es la Ronda Sur. También se han activado proyectos como la A-12 que estaban parados y se han acometido obras en los polígonos de El Recuenco (Calahorra) y La Senda (Alfaro) que estaban muertos de risa. No me sorprende que la oposición no me haga ningún halago, pero sí debería reconocer que he hecho bien mi trabajo institucional. No he tenido ningún enfrentamiento, no he dejado de recibir a nadie al margen del color político y no he sido sectario.

- ¿Ha sido la muerte de la niña Carolina en un hotel de Logroño el momento más duro de su etapa como delegado del Gobierno?

- No le quepa duda. Mi despedida resulta amarga en ese sentido y prueba de ello es que, fuera de mi círculo, el padre de Carolina era una de las pocas personas a las que había comunicado que dejaba el cargo.

- Usted ha sido un actor principal del PSOE de La Rioja durante décadas y en múltiples responsabilidades. ¿Disfrutan sus siglas del mejor momento ocupando la Delegación, el Palacete y la mayoría de los principales ayuntamientos?

- El partido ha vivido también etapas muy dulces que no quisiera devaluar, como los principios de los años 80. Ahora como presidente del PSOE, y antes donde me ha tocado estar, siempre he tratado de introducir los esquemas en los que creo: mantener los valores de la transición, velar por el respeto institucional y huir del sectarismo hacia dentro y hacia fuera del partido.

- También ha atravesado fases críticas de división interna.

- Todas las organizaciones tienen sus problemas. Quizás por eso nunca he sido secretario general.

- En todos, su figura ha sido un referente y su voz determinante.

- Unos me llaman prescriptor, otros oráculo... 'influencer', que se dice ahora. Cuanto menos quieres mandar, más cree la gente que mandas. Siempre he tratado de colaborar y nunca he negado a nadie ayuda cuando me han llamado.

-¿Es éste el epílogo de su carrera?

-Moriré preocupado por la política; nunca la abandonaré.