Las últimas tormentas afectan de forma desigual a los cultivos en La Rioja Alta

Únicamente Villaseca, la pedanía de Fonzaleche, padeció también los efectos de la fuerte tormenta, pero en menor proporción. «A nosotros no nos ha perjudicado en exceso –explicaba ayer la alcaldesa de Galbárruli, Sonia Pérez–, porque nuestro cultivo principal es el cereal y ya estaba recogido», aunque reconoce que todavía no se habían evaluado los daños en términos económicos.

Pérez explicaba que la peor parte se la han llevado los caminos: «Nuestro pueblo se encuentra en una pendiente y ayer (por el viernes) se formaron auténticos ríos por los caminos, que veremos a ver cómo arreglamos».

Las fuertes corrientes llegaron incluso a penetrar en alguna vivienda, cuyos daños habían sido supervisados durante la mañana de ayer por la alcaldesa, para avisar al arquitecto y que la visite el lunes.

Por su parte, fuentes de la Unión de Agricultores y Ganaderos de La Rioja (UAGR) también reconocían que hasta el lunes, cuando los afectados vayan a Haro a dar parte del siniestro, no se conocerá el alcance de los daños.

«A estas alturas, en la que ya se va a recoger o se está recogiendo la uva, los peritos tendrían que ir muy rápido a tasar, es un problema tremendo», explicaron respecto a la iniciada vendimia.

A pesar de ello, se mostraron optimistas con respecto a la vendimia de este año. «Donde han empezado, paran y esperan a que escampe; no es nada nuevo que llueva en vendimias. Y, pasada la peor parte, tampoco parece que vaya a ser muy dañina».

La peor previsión era para el viernes y el sábado, explicaron, así que, de momento, lo único que se puede hacer es esperar. «En el peor de los casos, si de repente lloviese muchísimo y se pudiera producir botrytis, habría que vendimiar como sea, pero no es el caso, porque una prolongada sequía ha precedido a estas lluvias y la uva, en estas condiciones, puede aguantar bastante agua», aclararon las mismas fuentes de la organización sindical.