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Entramos, quizá, en la semana más corta del año desde el punto de vista laboral. Para un buen número de personas, hoy y mañana serán los únicos días de trabajo, aunque el jueves tampoco es festivo en el calendario. En el sector vinculado con ... el turismo y la hostelería en La Rioja, sin embargo, este macropuente que arranca el miércoles supone «una oportunidad excelente de consolidar la recuperación que estamos experimentando» en este 2023, coinciden los agentes consultados. Porque con las estadísticas en la mano, el periodo enero-octubre de este año ya es, por fin, ligeramente mejor a esos diez meses de 2019 –no había sucedido todavía–, el ejercicio previo a la pandemia y que se ha convertido en referencia a la hora de establecer comparaciones.
La cifra de viajeros crece en un 0,53% mientras que la de pernoctaciones sube en un 1,03%, porcentajes que en ambos casos debieran ser mayores pero el Instituto Nacional de Estadística (INE) no tiene contabilizados los datos de enero y abril correspondientes a visitantes y estancias en campings de la comunidad autónoma. «Estamos recuperando las sensaciones perdidas durante los tres últimos años», confiesa José Joaquín Sanz, presidente de la Asociación de Casas Rurales de La Rioja (Ascarioja).
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El verano «funcionó bastante bien», recuerda, y el otoño «también está siendo bueno». Ahora en este puente de diciembre «tenemos que dar un empujón definitivo» a los datos, expresa con optimismo. A pesar de que las reservas «se están haciendo a cuentagotas y casi toda la gente espera a última hora», Sanz sí apunta a una ocupación en torno al 80% «pero sí estamos viendo que poca gente reserva las cuatro noches –de miércoles a sábado–».
Daniel Muela
Hoteles
Puede influir, en este aspecto, que hay comunidades en las que el jueves 7 es día lectivo para los escolares «y eso retrae a las familias a moverse tantos días», dice. Madrileños, catalanes y vascos volverán a ser los principales clientes de los alojamientos y establecimientos hosteleros, y también de las bodegas de La Rioja. Porque con una visita para catar vino empieza, para muchos turistas, su periodo vacacional «entre nosotros», destaca Daniel Muela, vicepresidente de la Asociación de Hoteles de La Rioja integrada en la FER.
José Joaquín Sanz
Casas rurales
También en su colectivo manejan el porcentaje del 80% como el más aproximado para hablar del grado de ocupación estos próximos días «y esperemos que se cumpla porque una vez que se pase el puente, a partir del lunes y hasta Nochevieja, será una lucha por la supervivencia». Por este motivo, precisamente, Muela es más reacio a hablar de una recuperación del sector a niveles prepandémicos. «Puede que tengamos más visitantes y que haya más pernoctaciones», asume, pero introduce otro componente en su análisis como es la rentabilidad «y, en este sentido, aún estamos por debajo de 2019. Porque aunque los ingresos puede que sean mayores –si el número de turistas está por encima–, lo que sí es superior es el gasto que tenemos en el día a día. La factura de la luz, del gas o del agua es más elevada. Ahora en el invierno las calefacciones tienen que estar más tiempo funcionando, al margen de que el hotel esté más o menos ocupado...».
Con todo, sí reconoce que «está siendo el mejor año de los últimos cuatro» aunque en el caso concreto de los hoteles las cifras, entre enero y octubre, todavía no superan las de 2019». En esta situación se encuentran, siempre según los datos del Instituto de Estadística de La Rioja, las casas rurales de la comunidad. «Eso nos demuestra a todos que aún queda trabajo por hacer, tanto desde las instituciones como desde el conjunto del sector», señala José Joaquín Sanz. Cree que se deben destinar más dinero y más recursos, «y no solo económicos», a una actividad que aspira a representar el 10% del Producto Interior Bruto (PIB) regional «pero llevamos años instalados en el nueve y pico».
Cuesta dar ese salto «y por eso reclamamos permanentemente que hay que incidir en la promoción». El presidente de Ascarioja recuerda que «tenemos una dura competencia muy cerca» en cuanto a las casas rurales porque «mientras que aquí tenemos 130, en Soria hay 300, en Navarra más de 700, en País Vasco ya ni te cuento... Esos territorios también son muy atractivos para los visitantes y nosotros no nos podemos quedar atrás».
Por alojamientos, los apartamentos turísticos sí están registrando un incremento importante en comparación con el año previo a la epidemia sanitaria. En primer lugar porque el número ha crecido de manera notable en La Rioja –según los últimos datos estadísticos de octubre, se estima que hay 582 apartamentos, 157 más que hace un año, con unas 2.500 plazas, medio millar más que en 2022–. Y en segundo término, porque precisamente el covid hizo cambiar muchos comportamientos que ahora se mantienen como buscar lugares para hospedarse «más personales, sin la necesidad de compartir espacios y huyendo de las aglomeraciones», argumenta Susana Díaz, presidente de la Asociación de Viviendas de Uso Turístico (Arvutur).
La Rioja, además, «es un destino vacacional de estancias cortas y quizá nuestro modelo de alojamiento sea aún más demandado si cabe que un hotel», añade la portavoz de un colectivo que agrupa a más de un centenar de socios y propietarios de pisos turísticos. De cara a este puente tienen las «mejores expectativas posibles» y Díaz habla, incluso, de ocupación «próxima al 100% en todas nuestras viviendas, quizá no las cuatro noches pero al menos sí tres de ellas». La afluencia de turistas será «casi exclusivamente nacional». Los agentes turísticos esperan que la meteorología sea «amable» pero tienen claro que «con frío e incluso también con lluvia nuestra comunidad es un lugar atractivo para disfrutar estos días».
Existe también optimismo entre los responsables institucionales sobre la afluencia de visitantes a La Rioja este 'macropuente' «y jueves, viernes y sábado serán días muy positivos», pronostica la directora de Turismo, Virginia Borges. De cara a Navidad, avanza que «Nochebuena y Nochevieja serán buenas fechas para los alojamientos de la sierra».
Todo ello contribuirá a la «consolidación y recuperación» que, a su juicio, viven el sector este 2023, aunque cree que «no llegamos a estar como antes la pandemia porque el aumento de los costes (energéticos, de materias primas...) ha sido alto» y ello repercute «en la rentabilidad».
El sector demanda de las instituciones «una mayor participación», reconoce Borges, «y es lo que vamos a hacer. Hemos participado y organizado varias reuniones sectoriales para ofrecer una mayor transparencia en nuestra gestión. Queremos ayudarles a crecer y mejorar sus resultados y para eso vamos a estar a su lado, escuchándoles, ayudándoles a ser mejores profesionales y a aprovechar al máximo las oportunidades del mercado».
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