El turismo apunta a récord en 2024 tras el mejor julio en los hoteles y el tirón de los campings

Las cifras «que se están obteniendo demuestran que La Rioja es un destino tremendamente atractivo. Con este verano que estamos teniendo, esperamos que venga un magnífico otoño –desea el consejero de Cultura y Turismo, José Luis Pérez Pastor–, que es una época muy nuestra con la vendimia y el espectacular paisaje del viñedo», y la afluencia de turistas siga al alza. Así ha ocurrido en julio en los alojamientos hoteleros, que han sumado 57.054 clientes, batiendo los récords de 2016 y 2017 –57.005 y 56.075 turistas, respectivamente–, aunque el dato de pernoctaciones, con 95.843, aún ha estado lejos de las 100.000 de entonces, según los datos que hizo ayer públicos el Instituto Nacional de Estadística (INE).

Aunque desde la Asociación Riojana de Hoteles existe discrepancia con estas cifras, «al menos en Logroño, pero incluso diría que en toda la región, porque el sector tiene otras sensaciones, no precisamente de récord», asevera Daniel Muela, uno de sus portavoces. Agosto, por el contrario, parece que está siendo más satisfactorio «y también hay mayor optimismo con las previsiones de septiembre, con la Vuelta Ciclista a España o las fiestas de San Mateo, y octubre».

A la tendencia ascendente de turistas en hoteles, que Muela sí reconoce como un hecho de enero a junio, se le suma en este balance esperanzador el comportamiento de los campings riojanos. «El año está siendo fenomenal», reconoce el presidente de la patronal, Jon Koldo Salgado, a bote pronto –casi 40.000 clientes en el primer semestre, por encima de ejercicios precedentes–, «y tanto julio como agosto pueden ser también históricos o estar muy cerca. Estamos trabajando de maravilla».

El 'boom' que estos alojamientos al aire libre recuperó tras la pandemia «se está manteniendo. Hemos conseguido fidelizar a mucha gente», añade. Y otro éxito «está siendo conseguir un aumento en las estancias medias de los turistas, pasando de tres o cuatro días a casi una semana». La principal procedencia de su clientela sigue siendo «País Vasco y Navarra», en una proporción de «nueve de cada diez, seguramente. A pesar de estar cerca, les atraen nuestros campings, el ambiente que hay aquí, las actividades, el entorno...».

El turismo nacional sigue siendo dominador pero también es cierto que los extranjeros cada vez son más habituales en los alojamientos de La Rioja y la proporción actual es que uno de cada cuatro visitantes llega de fuera de España, mientras que en el citado ejercicio 2017 –referencia para el sector– era el 18%.

Entre las casas rurales las sensaciones no son tan positivas. Los datos de 2024 empeoran los de 2023 y, por supuesto, los de hace siete años. «No olvidemos que somos una comunidad de interior y sin playa el atractivo se reduce», explica el presidente de la asociación, José Joaquín Sanz. Además, «cada vez hay más competencia con regiones como Castilla y León o Navarra, donde la oferta de alojamientos rurales es mucho mayor pero también la promoción que se hace de ellas por parte de las instituciones». A su juicio, esa labor de 'vender' este tipo de turismo «no se está haciendo como debiera. Y si no estamos en la batalla de la promoción, difícilmente podremos ganar la guerra de captar nuevos clientes». En este sentido, el consejero Pérez Pastor apunta que «definir mejor la oferta turística como estamos haciendo y trabajar en una estrategia coherente contribuyen a mejorar los resultados».

A pesar de que «contamos, por suerte, con mucha actividad cultural y recreativa en los pueblos y eso siempre resulta atractiva para el visitante», prosigue Sanz, las pernoctaciones medias en las casas rurales riojanas «están cayendo. Nos estamos convirtiendo en una región de paso, de una noche y poco más, y eso es un riesgo», sostiene después de atender a una pareja de Valencia, «que venía de Cuenca y de camino a Asturias ha decidido pasar una noche en La Rioja». Solo una. «Así es difícil que nuestros negocios sean rentables», advierte.