El TSJR concede la incapacidad permanente a una fotógrafa por graves problemas de espalda

Los motivos para estimar el recurso han sido las dolencias físicas de esta profesional, que a lo largo de los años y con el agravimiento de los dolores le han acarreado también problemas de depresión.

El TSJR recuerda que la trabajadora «ha sufrido tres procesos de incapacidad temporal» entre los años 2021 y 2023 y que desde 2019 tenía reconocida una discapacidad superior al 50%. En el diagnóstico de la fotógrafa destacan una escoliosis dorsal, limitación funcional de las extremidades, sindrome facetario con dorsalgia asociada, dorsolumbalgia... que le obligaron a usar parches opiáceos para mitigar el dolor ya que otros tratamientos previos no lograron dar respuesta a sus patologías.

«Teniendo en cuenta que los requerimientos de su profesión habitual de fotógrafa conllevan una carga moderada tanto para la columna dorsolumbar como para el manejo de cargas, sedestación, y bipedestación estática y dinámica, la Sala entiende que está incapacitada para la realización de las mismas durante una jornada laboral con un mínimo de rendimiento, eficacia y profesionalidad», explica la Sala de lo Social del TSJRen su sentencia.

Por estas razones, se condena a la Tesorería General de la Seguridad Social y al INSS a abonarle una pensión vitalicia y mensual equivalente al 55% de su base reguladora más las revalorizaciones que procedan.