«Estamos tratando con personas y eso no lo debemos olvidar»

– Hace un año que dejó la Consejería de Hacienda. ¿Echaba de menos la adrenalina de la política?

– Echaba de menos la actividad. Pasar de la noche a la mañana de estar muy estresado a no estarlo en absoluto es un cambio tremendo. Es evidente: soy político y eso siempre lo tienes ahí.

– Supongo que habrá hablado con la ministra Elma Saiz. ¿Qué le ha dicho?

– Sí, claro que hemos hablado. Tenemos muy buena relación desde hace tiempo porque ella era la consejera de Economía y Hacienda del Gobierno de Navarra cuando yo lo era de La Rioja. Me comentó que con los fondos europeos había hitos que teníamos que cumplir y uno de ellos era la necesidad de construir centros de acogida de emigrantes antes de junio de 2026. Esa es uno de los grandes objetivos. Me pareció un reto interesante y le dije que sí.

– La gestión migratoria no es un asunto fácil. Es quizá el gran reto de nuestra sociedad.

– No es nada fácil, desde luego. Gestionar unos flujos migratorios que cada vez son más abundantes supone un reto muy importante. Pero debemos asumirlo.

– ¿Teme que se extienda por toda la Unión Europea una visión muy negativa de la emigración?

– Hay que enfrentarse a ello y hacerlo con la mayor discreción y el mayor cuidado posible. Estamos tratando con personas, no con números, y eso no lo debemos olvidar.

– Además de la construcción de una red de centros para emigrantes, ¿qué otros objetivos van a marcar su labor al frente de la dirección general?

– El objetivo es muchísimo más amplio porque también asumo toda la parte económica y presupuestaria de la Secretaría de Estado de Migraciones. Eso es mucho dinero que manejar. Y hay que tener en cuenta que este es el Ministerio con el mayor gasto no financiero, porque también gestiona las pensiones, la inclusión social... Es un departamento muy bonito, pero que exige una buena gestión.

– De señor de los números enLa Rioja pasa a un cargo con mucho más componente humano. ¿Le motiva?

– Sí. Es verdad que ahora hay un lado más humano, pero los números siguen siendo muy importantes.

– Desde su nuevo puesto le tocará tratar con ejecutivos autonómicos, muchos de ellos, como el de La Rioja, gobernados ahora por el PP. ¿Le preocupa?

– No. A mí me gusta conversar con la gente y suelo consensuar y llegar a acuerdos. En ese aspecto, por mi trayectoria, no creo que vaya a tener problemas.

– ¿Incluso con aquellos en los que ha entrado Vox, cuya visión de las migraciones es abiertamente negativa?

– Al final es cuesión de hablar y de ver las necesidades que son imprescindibles para gestionar las migraciones.

– Un año después de que dejara el Gobierno riojano, con la perspectiva que da el tiempo, ¿cómo valora su etapa al frente de la Consejería de Hacienda?

– Fue una experiencia muy positiva; lo recuerdo con muchísimo cariño. Tengo que agradecer la acogida que me brindaron los riojanos. Y creo que hicimos muchísimas cosas, teniendo en cuenta, además, de que tuvimos que sufrir una pandemia y una guerra. Ahora lo veo y digo: ¡Dios mío, lo que pasamos!