«Se trata de constancia y organización para saber qué estudiar en cada momento»

No se ha enterado Irene de su calificación como cualquier otro alumno de la región; le llamaron de la universidad para comunicarle que el suyo era el mejor expediente del curso. «Me he quedado atónita, sabía que me había salido bien pero no me lo creía», confesaba la alumna del Duques de Nájera, que no ha dejado de recibir felicitaciones de todos sus allegados desde entonces. «Me va a estallar el teléfono», comentaba con una sonrisa.

Siempre ha sido una estudiante de notas altas, explicaba, pero en Bachillerato se abrió una meta más clara, un objetivo a su alcance. «Siempre me ha gustado hacer todo lo mejor posible y trabajar para ello», apuntaba, si bien a ese reto personal se le sumaba la meta de una nota total de 13 para acceder a los estudios que quería. Finalmente ha sacado un 13,95, a cinco centésimas del máximo posible.

Y es que Irene tenía ya en su mente cursar el doble grado de ADE y Matemáticas en la Universitat Politècnica de València. Y aunque agradece la ayuda a todos sus profesores, habla especialmente de las dos que le impulsaron en su pasión por las matemáticas: «En cuarto de la ESO, Yolanda Izquierdo, y en estos años de Bachillerato, Leyre Laliena, que nos ha enseñado la asignatura de forma muy bonita». Su interés por el ámbito empresarial y las finanzas se unieron para marcar su destino universitario.

Sus secretos para lograr una nota tan alta parecen sencillos, si bien hay que aplicarse mucho para seguirlos: «Se trata de un trabajo diario, de constancia, de atención en clase, de interés para preguntar todas las dudas que tengas y de organizarte el tiempo para saber qué estudiar en cada momento y poder llegar a todo».

Un enorme trabajo que le otorga ahora un merecidísimo descanso veraniego. Ya tiene tres destinos organizados con sus amigos: Salou, Granada y Santoña. Ya en septiembre, en Valencia, volverá a demostrar que puede conseguir lo que se proponga.