«Las cosas pintan feas». A Juana María Gil Ruiz, catedrática de Filosofía del Derecho en la Universidad de Granada, le preocupa que muchos jóvenes bajen los brazos porque piensen que la sociedad española ya ha alcanzado la igualdad entre hombres y mujeres. «Es cierto ... que veo un mayor compromiso en los equipos jurídicos, las fuerzas y cuerpos de seguridad, los equipos docentes..., pero también hay nuevas resistencias, y muy frustrantes, en esta época de fake news. Hay que ir a las fuentes acreditadas y no hacer caso al primer wasap que nos llega». Juana María Gil intervino ayer en la jornada contra la violencia machista, titulada 'Hoy también es 25 de noviembre', organizada por la Delegación del Gobierno. En el Aula Magna del edificio politécnico de la UR, ante un auditorio juvenil, la profesora Gil Ruiz invitó a perseverar en la incorporación de la perspectiva de género en el Derecho.
- ¿A qué nos referimos en la práctica cuando hablamos de introducir la 'perspectiva de género' en la Justicia? ¿Qué supondría?
- Supondría un cambio en el pensar y ejecutar el Derecho. El Derecho es como un cuchillo: puede cortar el jamón en lonchas finas o puede servir para pinchar al vecino. Hay que cambiar la manera de pensar y revisar categorías jurídicas que vienen del siglo XIX y que ahora, en un marco de violencia de género, no se ajustan. Esa es el cambio de paradigma que se requiere.
- ¿Eso implicaría cambiar el Código Penal y la Ley de Enjuiciamiento Criminal?
- Habría que revisar algunas cosas, pero no se trata tanto de cambiar la ley. Con las leyes que tenemos podríamos hacer muchas cosas. El ejemplo lo hemos tenido en el caso de 'la manada'. En la revisión del asunto en el Supremo, cuando se optó por la violación y no por la agresión sexual, se cambió la manera de pensar el derecho, no el artículo en concreto.
-¿Y para eso habría que cambiar la formación de los jueces?
- Desde el momento cero. Y no hay que llegar al ámbito judicial. La formación en género debería introducirse ya en la carrera de Derecho para que luego, cuando aprueben la oposición, puedan firmar sentencias distintas de aquellas que tradicionalmente se llaman 'sentencias lamentables'. A veces somos muy duros con el poder judicial, pero la formación en género no se intuye; debe haber un compromiso institucional para introducirla desde el minuto cero, y en todas las carreras, no solo en la de Derecho.
- La Ley contra la Violencia de Género, aprobada por unanimidad en el Parlamento, cumple 15 años, pero sigue habiendo más de 50 víctimas mortales anuales. ¿Ha fracasado?
-No solo no ha fracasado, sino que es un ejemplo de ley buena. El género es una categoría que acaba de aterrizar en el Derecho. Quince años son apenas nada y las operadoras jurídicas aún no se han enterado de eso. Hay que esperar a que el género penetre en los intersticios del sistema. Habrá que revisar la ley para introducir los compromisos del convenio de Estambul, pero es una muy buena ley. Una ley referencial en el ámbito europeo e internacional.
- Uno de sus aspectos más controvertidos, aunque validado por el Tribunal Constitucional, fue la diferente consideración penal según el agresor fuese varón o mujer. ¿Era necesaria esta distinción?
- No hablamos de una agresión puntual hombre-mujer o mujer-hombre, sino de unas agresiones estructurales de los hombres a las mujeres por el hecho de ser mujeres. Cuando hablamos de que un tercio de la población mundial ha sufrido violencia de género, no estamos ante un problema puntual sino estructural. La ley pretendía visibilizar esa violencia. El derecho no puede pasar por alto esa realidad, sino abordarla de frente. Así que se justifica sobradamente. Y si la ciudadanía supiera que hablamos de tres meses de diferencia, quizá se echaría las manos a la cabeza.
- ¿Solo con medidas judiciales acabaremos con el problema?
- Indiscutiblemente no. Las medidas penales sirven para lo que sirven. El Código Penal es la ultima ratio. Podemos resolver poco con él, el asunto es previo. La ley orgánica de medidas de protección integral contra la violencia de género también habla de medidas educacionales, sociales, laborales... Es una ley muy compleja y muy completa, aprobada por todas las fuerzas políticas. Lo que hay que hacer es implementarla ya, sin mayor dilación.
- Usted ha finalizado su conferencia alertando de que la próxima gran brecha de género será la brecha digital.
- La próxima no. ¡Ya la tenemos encima! Las mujeres presentan unos expedientes académicos magníficos, pero de 0 a 3 se siguen emitiendo mensajes (cuentos, dibujos) que colocan a las mujeres en el espacio del hogar y a los hombres en el espacio de lo público. ¿Por qué las niñas luego no hacen Ingeniería? ¿Porque no quieren? No es verdad. Hay que estudiarlo bien porque el mundo que viene se mueve en lo digital, en las redes sociales, en las TIC. Si no estamos preparadas para eso, nos espera un mal futuro.
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