Transparencia y ambición política

Al portavoz socialista de la bancada que, sobre el papel y hasta hace solo unos días, ha liderado Concha Andreu –a la que aspira ahora a reemplazar–, le acompaña la condición de ser transparente. Para bien y para mal. Diáfano, dicen, en su lícito anhelo de adquirir galones y crecer en el escalafón del organigrama orgánico del PSOE. Lo cuentan quienes le conocen desde que se asomó a la sede del partido en Arnedo en 1998 para afiliarse a las Juventudes Socialistas cuando aún andaba en el IES Virgen de Vico, de Arnedo. Enseguida dio pruebas de esas lícitas aspiraciones de las que aún hoy se ufana en su carta de presentación en la página web del Ayuntamiento de Arnedo que preside: «En 1998 participó activamente en la refundación del Consejo Comarcal de la Juventud de Arnedo, que lo convirtió en una herramienta muy útil para el asociacionismo juvenil de la ciudad, así como en otras ONG y colectivos sociales», detalla.

No tardó en ver recompensado por su partido tanto interés juvenil. Casi aún con acné adolescente, en 2003 se estrenaba como concejal socialista en el Consistorio de la capital zapatera y allí coincidió con Francisco Ocón, que sería uno de sus referentes dentro de la organización hasta su defenestración, la de Ocón, en agosto de 2020. Fue este, su paisano, Paco Ocón, quien, desde la Secretaría de Organización del PSOE riojano, le acompañó primero a la Secretaría General de la Agrupación socialista local y, dos años más tarde, quien avaló la apuesta para que García Ibáñez encabezase la papeleta de las municipales.

Javier García acabó con una docena de años de Alcaldía popular, una afrenta para el socialismo que siempre ha tenido por roja esa plaza riojabajeña. Repitió triunfos en mayo de 2019 y de 2023 y cada triunfo en las urnas se veía aliñado con un paso hacia arriba en el escalafón orgánico del PSOE. En octubre de 2021 se incorpora a la Ejecutiva regional de Concha Andreu como secretario de Relaciones Institucionales y en 2023 alcanza la condición de diputado regional. En el río revuelto de la derrota de Andreu, pesca la portavocía del grupo parlamentario donde va dejando señales de que su ambición política ha crecido al menos a la par que su capacidad oratoria, alimentadas ambas, quizás, por los inconclusos estudios de Ciencias Políticas a los que un día se asomó en la UNED, una muestra más de su insaciable apetito por la res publica, la cosa pública de la Antigua Roma.

En el último año, ha compatibilizado la Alcaldía de Arnedo –es el primer cargo que figura en su imaginaria tarjeta de visita–, con la portavocía y con los trabajos de fontanería para disponer su asalto al primer despacho de Martínez Zaporta. Reacio a matar al padre (en este caso, a la madre), lo ha sido también a ser señalado como el delfín. «Soy un persona con una larga trayectoria política, vocacional, de militancia en el PSOE. Gracias a Concha Andreu ahora formo parte de un grupo parlamentario del que estoy muy orgulloso, pero no me considero delfín de nadie», le decía a Pío García en una de las contadas entrevistas que ha concedido en este tiempo. La misma en la que afirmaba: «El sucesor [de Concha Andreu] será el que los militantes digan y cuando llegue el momento. Ahora mismo no toca».

Seis meses después, «el momento» parece llegado. Y Javier García Ibáñez, arnedano hasta las cachas y socialista hasta la médula, se ha colocado el primero en la línea de salida aun sin conocer la fecha del final de esta carrera vital para el PSOE riojano. Y, seguramente, para el futuro político del interesado.