«Transmitir a otros lo que sientes es igual de bonito que bailar»
RIOJANAS EXTRAORDINARIAS ·
María Victoria Romanos, profesora de ballet clásico y coreógrafaSecciones
Servicios
Destacamos
RIOJANAS EXTRAORDINARIAS ·
María Victoria Romanos, profesora de ballet clásico y coreógrafaVer 'Las zapatillas rojas', inspirada en el cuento homónimo de Hans Christian Andersen, le cambió la vida. «Fue una de mis primeras películas y, en cuanto terminó, dije que quería ser bailarina», cuenta María Victoria Romanos. Dicho y hecho. Con apenas 17 años, hacía ... las maletas y abandonaba Logroño para poner rumbo a sus sueños. Se dirigió a Madrid, donde estudió en la Escuela Superior de Arte Dramático y Danza, para encaminarse después a la Royal Academy of Dance de Londres. Corría 1975 cuando fue una de las primeras alumnas españolas en examinarse en el prestigioso centro británico.
Con 29 años regresaba a la capital riojana, tras haber pisado los escenarios como bailarina. «Había sufrido una lesión y estaba embarazada de mi primera hija. Llega un momento en la vida en la que tienes que elegir y escogí regresar a Logroño y dedicarme por completo a la enseñanza del ballet clásico», relata. Nunca se ha arrepentido de esta decisión.
«El transmitir a otros lo que sientes dentro es igual de bonito que bailar sobre un escenario», afirma. La danza es su pasión. Al igual que sus alumnos, sus «niños», a los que adora.
María Victoria encadena más de tres décadas formando en ballet clásico a niños y adolescentes. Tiene una escuela en la capital riojana que lleva su nombre. En ella sigue el plan de estudios de la Royal Academy of Dance. «Se trata de un sistema de enseñanza muy práctico, pensado para que a los más pequeños les guste bailar», explica.
Precisamente, éste es su objetivo. «En una ciudad pequeña como Logroño resulta muy difícil crear bailarines porque implica que un niño con 13-14 años tiene que salir de aquí y ni ellos ni sus padres están dispuestos a hacer tanto sacrificio», expone. Así, trata de sembrar en ellos el gusanillo del baile. «Que disfruten y que tengan una cultura de la danza, que es adictiva», sostiene.
«Aquí se entiende como un 'hobbie', no como una profesión. A mis alumnos les llega un momento en que tienen que escoger y optan por carreras 'normales'. Pero yo les digo que no lo dejen porque nunca saben si algún día será su modo de vida», indica. Y es que, como ella, podrían dedicarse a formar a otros y extender el amor por este arte. Eso asevera que nunca lo pierden. «A mis alumnos les encanta bailar, no faltan a clase y les gusta ir a espectáculos de danza», apunta. Para ella, no hay mayor satisfacción que saber que ha prendido en ellos esa pasión. «Muchos me dicen que no salen el sábado por la noche para estar bien para danzar entre semana», asegura.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.