Los tractores en Calahorra, al pie del cañón

A pesar de los cortes, ralentizaciones del tráfico y molestias causadas por las movilizaciones, los agricultores se sienten apoyados y arropados. «Yo creo que la gente lo está entendiendo», aseguraba Roberto Vázquez, entre la veintena de agricultores de Calahorra, El Villar de Arnedo y Pradejón, que a las nueve de la mañana se concentraban en el aparcamiento del Hotel-Restaurante Zénit para salir a la N-232 y dejar visible un día más su protesta. «De momento no se va a parar hasta que haya un acuerdo», afirmaba Francisco Gutiérrez, también de Calahorra, sobre la duración de las movilizaciones.

A mediodía, y con el permiso de la Policía Local, se ha permitido a un grupo de tractores acceder, como ya han hecho en días anteriores, al casco urbano. Los vehículos han entrado a Calahorra por la rotonda de Eroski y han continuando por la calle Bebricio para llegar a la glorieta de Quintiliano, donde han pasado a marcha lenta y a golpe de claxon. A su paso, aplausos, fotos, vídeos… y muchos gestos de apoyo de quienes nos les quitaban ojo en la acera. Los tractores han continuado por Mediavilla, parando después a comer para continuar hasta última hora de la tarde.

Las movilizaciones se están dejando notar en algunos caminos rurales que discurren cercanos a la N-232, como el de Calahorra a Rincón de Soto, que atraviesa el término de Campobajo. Esta senda, sobre todo en las horas punta, esta siendo utilizada por quienes tienen que tomar la N-232 para ir de Aldeanueva de Ebro y Rincón de Soto a Calahorra, o viceversa. «Overbooking», bromeaba en un vídeo un pastor de Calahorra, al pasar por este camino con su ovejas y ver la cantidad de coches con los que se topaba.