Los trabajadores del transporte riojano harán huelga desde el 5 de noviembre

Los trabajadores secundaron la propuesta de los representantes de los sindicatos CC OO, UGT, USO y CSIF de no permitir perder el «paraguas» que les ofrecía el anterior convenio colectivo, que estuvo vigente de 2016 a 2020, pero que fue anulado el pasado mes de junio por el Tribunal Superior de Justicia de La Rioja (TSJR)a raíz de un recurso de CTEM, una de las patronales del transporte que no participó en la negociación y que argumentó que las otras dos, Atradis y la FER, no tenían la mayoría de trabajadores suficiente.

Dicha sentencia dejó al conjunto de los trabajadores del transporte en un vacío legal, en una situación inédita y a merced de que las empresas puedan retrotraer las condiciones laborales y salariales al año 2015. Los sindicatos, de hecho, estiman que la pérdida salarial por trabajador sería de unos 3.000 euros de media en función del criterio de cada empresa particular:«Estamos hablando de 2.889 euros para un auxiliar administrativo, de 3.137 euros en el caso de un carretillero o de 3.670 euros para los conductores mecánicos», detalló Nuria Vicente, portavoz del sindicato CC OO, quien añadió que «los trabajadores quedan ahora a merced de la voluntad de cada empresa particular e incluso con la posibilidad legal de reclamar incluso cantidades cobradas de forma retroactiva durante el tiempo que estuvo en vigor el convenio ahora anulado».

Los portavoces sindicales indicaron que su línea roja en cualquier negociación de un nuevo convenio es no perder los derechos conseguidos entre 2016 y 2020 y, a partir de ahí, comenzar a hablar. En este sentido, el convenio del transporte ha venido prorrogándose desde 2020, con lo que, pese a la elevada inflación, los trabajadores no han tenido mejora salarial alguna durante los años 2021 y 2022.

Así las cosas, la negociación del nuevo convenio, en el que se iban a reclamar las actualizaciones salariales, se vio sorprendida a mediados de año por la sentencia del TSJR:«Se creó una situación nueva para todos, exclusiva además de La Rioja, y decidimos dejar un margen a la FER, Atradis y CTEM hasta después del verano para retomar las negociaciones», explicó Nuria Vicente en la asamblea.

Según relataron los portavoces de los sindicatos, una de las partes, CETM –que fue quien presentó el recurso contra el convenio anulado en los tribunales–, aceptó inicialmente sentarse en la mesa de negociación, mientras que la FERy Atradis dejaron claro prácticamente desde un principio que no iban a aceptar reconocer los derechos del 2020, sino que la situación de partida debería ser la del 2015. Finalmente, la CTEM «también acabó dándonos largas y posponiendo reuniones, así que no nos ha quedado otra opción que convocar esta asamblea para plantear medida de presión».

Los sindicatos insisten en que ninguna de las patronales, ni Atradis ni FER ni CETM, han querido negociar para aprovechar el vacío legal creado por el TSJR y advierten de que existe una guerra interna entre ellas para captar socios y conseguir mayor representación que ha pillado a los trabajadores en medio y podrían ser los serán los paganos de esta situación.

La propuesta de huelga, secundada por unanimidad por la asamblea de trabajadores, tiene como objetivo volver a sentar a las patronales en la mesa de negociación y partir de la línea roja cualquier negociación colectiva. Es decir, la consolidación de los derechos conquistados hasta el 2020 y comenzar a hablar a partir de entonces.