«He trabajado mucho y por fin llega la oportunidad de torear con público»

– ¿Cómo le vino la afición por los toros?

– Por mi padre, Víctor, al acompañarle en los festejos taurinos en los que estaba de director de lidia. Comencé a salir a las becerras y luego a torear y me fue calando.

– ¿Desde cuándo acompaña a su padre?

– Desde siempre, desde que era muy pequeño. He recorrido numerosos lugares de La Rioja y otras regiones.

– Incluido Pamplona en San Fermín ¿no?

– Sí. Creo que no tenía un año cuando me llevaron por primera vez a los sanfermines. Mi padre es uno de los pastores de los encierros y he podido vivir todo el trabajo que hay detrás. Se levantan a las seis de la mañana para echar de comer a los toros, luego corren el encierro, tienen que apartar animales, descargar bueyes, estar en los concursos de cortes, las corridas, suben los toros del corral del Gas al de Santo Domingo por la noche para el día siguiente... Se vive de forma muy intensa.

–¿Por qué ha dado el paso del toreo?

– La verdad es que siempre me quise preparar para las direcciones de lidia y entrenaba con el capote bastante. Mi padre tenía una muleta con la que he toreado alguna becerra y novillas. Seguí hasta que me di cuenta de que era lo que me gustaba y con lo que me sabía expresar.

– Estos años ha participado a caballo en los traslados de reses de Eventos Trashumantes y con el cante ¿Qué supone para usted?

– Me gusta mucho. Las dos cosas son muy importantes en mi vida: acompañar al toro a caballo y cantar mientras entreno toreando. Van de la mano.

– ¿Cómo ha preparado el debut de hoy?

– Trabajando mucho y por fin llega la oportunidad. Será durante una exhibición de anillas de tres parejas a partir de las seis de la tarde. Entre la primera y la segunda vuelta torearé un novillo. Es la primera vez con público. Estas semanas he podido prepararme con un matador de toros, Alberto Álvarez, de La Valareña, y también en las fiestas de Cervera.

– ¿Qué sentimientos tiene?

– Se mezclan las ganas con los nervios porque salga todo bien y acompañen factores como el aire o que el novillo embista bien.

– ¿La peculiaridad de la plaza de toros de Igea es otro factor a tener en cuenta?

– Plazas como esta me gustan, pero resulta complicado torear aquí porque en las gradas de maderos que llegan hasta el suelo la gente se mueve. El animal ve al público y hay que salir al centro de primeras para probarlo y que no se distraiga.

– ¿Y su estatura?

– Mido 1,83 y la altura a veces no ayuda, pero es cuestión de técnica y dominar las distancias. Hoy intentaré dar lo mejor de mí.