Las tormentas sujetan el desembalse, con una merma de 1,47 hectómetros cúbicos

Después de muchas jornadas marcadas por la DANA y por las tormentas (algunas con palpables daños en diversas localidades riojanas), quedaba por comprobar cómo se notaba esa lluvia en los pantanos riojanos. Y la sensación es que el agua caída ha servido para evitar un mayor desembalse, aunque no suficiente para sumar litros. Según el último parte de la Confederación Hidrográfica del Ebro, los cuatro embalses riojanos de referencia se encuentran al 37,5% de su capacidad (de los 182 hectómetros que pueden albergar Mansilla, Pajares, González Lacasa y Enciso hay actualmente 68,3).

Mansilla perdió 1,32 hectómetros cúbicos en los últimos siete días hasta situarse al 47,7%. En el Iregua, Pajares y González Lacasa han perdido unos escasos 0,07 y 0,19 hectómetros cúbicos y se sitúan en el 45,2% y el 39,8%. Por último, en Enciso se ha producido un levísimo incremento de 0,11 hectómetros cúbicos, aunque su situación es con diferencia la peor de los embalses de la comunidad, con un 13,5%.

Así, septiembre comienza con Mansilla en una situación casi idéntica a la de hace un año, mientras que los dos pantanos del Iregua albergan 12 hectómetros cúbicos más un año después de una sequía que puso en jaque a la agricultura de todo el valle.