«Los que toman las decisiones en España no van a urgencias a ver cómo están las cosas»

Desde hace cinco años, Mari Carmen, que ya es 'somnologist' por la Sociedad Europea del Sueño, trabaja en el Wythenshawe Hospital, al sur de Manchester, en uno de los complejos hospitalarios más grandes de Inglaterra. La unidad del sueño, por ejemplo, tiene 9.000 pacientes con 'cpap', el dispositivo que controla la apnea, y cada semana recibe 60 nuevos usuarios.

Las guardias, que suele ser un fin de semana cada dos meses, están incluidas en el salario base, que ronda las 85.000 libras anuales (unos 98.600 euros). Y de la nómina quitan un porcentaje para la pensión del futuro. Entre otras ventajas, dice, hay tiempo destinado para investigación, para formación y para tareas administrativas.

A su alrededor, explica, hay «mucha gente que me ayuda», pero las decisiones «importantes» sobre los pacientes las toma ella. «Por ejemplo, no hago un informe de alta, simplemente doy mi opinión y ya está, aunque a veces es mucha responsabilidad porque tienes mucho volumen de trabajo». En cualquier caso, asegura, «está bien remunerado y, además te da prestigio social porque la gente, por lo general, tiene mucho respeto por los médicos».

¿Qué le impulsó a salir de España? Cuando acabó la residencia en el Hospital San Pedro «fue mi crisis total», cuenta. «No me ofrecieron nada y me fui». Ya sabía lo que era estar fuera de su país, la carrera la había estudiado en República Dominicana. Al acabar, homologó el título e hizo la residencia en Logroño. A día de hoy no se plantea regresar a España porque «sería empezar de cero». Atesora gran experiencia para la edad que tiene y volver no entra en sus planes. «Me ha costado tanto llegar a donde he llegado y ha sido tan difícil este camino, que volver para que me hagan un contrato de un mes por una baja...».

En su opinión, en España, los médicos tienen mucha presión asistencial y cree crucial que les dejen tiempo para desarrollarse profesionalmente y no lo tengan que hacer en su tiempo libre y, por supuesto, que estén mejor pagados. Considera, además, «que las personas que toman las decisiones, no toman las correctas. No van a urgencias a ver cómo están las cosas».