Secciones
Servicios
Destacamos
Los negocios a pie de carretera, que desde el año 2017 han dejado de percibir buena parte de los ingresos que generaba el tráfico de camiones por la N-232, han recibido la sentencia del Tribunal Supremo que anula la prohibición de circular por ... la carretera nacional con cierta cautela. «Aún no lo hemos asimilado del todo», comentaba ayer a Diario LA RIOJA, Alejandro Merchán, gerente del Hotel Zenit, ubicado en el tramo de Calahorra de la N-232.
Tampoco los conductores de camiones se muestran seguros de poder volver a circular con absoluta normalidad por esta carretera, como así lo expresaba ayer por la tarde desde su negocio Merchán. «Los camioneros no tienen muy claro lo que pueden hacer. Hay algunos que dicen que sí pueden pasar y otros piensan que no pueden», explicaba el responsable del Hotel Zenit, donde antes de la prohibición de circular vehículos pesados era habitual ver su aparcamiento repleto de camiones. Los ingresos que percibía entonces procedentes del sector eran en torno a un «80%», dice Merchán. Ahora, sin embargo, «son un 30%, se han reducido a más de la mitad», lamenta.
Es por ello que la sentencia del Supremo ha sido muy bien recibida en su establecimiento, que tuvo que despedir a parte de su plantilla ante la pérdida de ingresos. «Antes de la prohibición trabajaban 20 personas, pero ahora estamos 12», señala confiado en que el regreso de los camiones suponga la recuperación del negocio y «pueda volver a contratar gente».
Los profesionales del sector que se han acercado estos días a sus instalaciones aseguran que le trasmiten su deseo de «poder volver a su ruta habitual».
Por su parte, José Luis Lozano, del restaurante Hernani 2 en Alfaro, no tenía ayer ninguna certeza sobre el retorno de los camiones. «Según lo que está declarando el delegado del Gobierno y las asociaciones de transportistas, a fecha de hoy no se puede salir de la autopista, por lo tanto para mí no ha cambiado nada», sostenía. El 'Hernani' es otro de los negocios a pie de carretera que han pasado años «muy duros» desde la obligación de los camiones de circular por la AP-68. «Ha sido terrible, hemos ido tirando como buenamente hemos podido y hemos tenido que despedir a gente por la falta de trabajo», relata sobre los perjuicios que la medida ha acarreado a su restaurante.
En Agoncillo, Fernando Vallejo, propietario del restaurante El Molino, califica la sentencia del Supremo como «justa». «Lo que no es justo es que se fastidie a unos para beneficiar a otros», opina. Vallejo defiende así que una solución que podría «beneficiar a todos» sería «dejar libre la autopista».
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.