- ¿Cuál es el nivel de supervivencia de los niños que ingresan?
- La mortalidad ha disminuido muchísimo en las últimas décadas, pero sigue habiendo un riesgo que corre en paralelo a cómo de prematuro ha sido el alumbramiento. Los que nacen sobre la semana 25 son los que tienen una viabilidad más comprometida y en torno al 50% fallecen o presentan más riesgo de sufrir secuelas de carácter neuronal o respiratorio. Esa ratio se reduce drásticamente a medida que el alumbramiento se demora, de manera que el tiempo constituye un factor vital y es habitual que el pronóstico cambie conforme van avanzando los días.
«El apoyo de Enfermería es crucial en el cuidado del niño, pero también en el trato con las familias»
- ¿Pasan siempre por la unidad los niños fruto de embarazos múltiples?
- No necesariamente. Aunque es habitual que en esos casos se adelante el parto, en caso de llegar a término el parámetro clave suele ser el peso. Así, es posible que uno de los bebés deba pasar un tiempo en Neonatología y el otro no.
- ¿Se pueden prevenir de alguna manera los partos prematuros? ¿Existen variables de riesgo?
- Esa es una cuestión que sobrevuela entre muchas madres, que a veces se autoculpabilizan sin motivo. Cada caso es único. La edad es un parámetro a tener en cuenta solo en tanto que las madres sobre los cuarenta años utilizan técnicas de fertilización y acostumbran a presentan más complicaciones en relación a la tensión o al azúcar. La única recomendación es cuidarse y someterse a un seguimiento continuado.
- ¿Qué papel juega el apoyo psicológico?
- Es un vector importantísimo, y aunque no contamos con un personal específico, en casos extremos de fallecimientos o cuadros severos que obligan a traslados a los hospitales de Burgos o Zaragoza para determinadas intervenciones recurrimos a personal especializado en el terreno psicológico. En el día a día, parte de esa función la desempeñan los profesionales de Enfermería, cuyo papel es crucial no solo en la atención de los niños, sino también en el trato con las familias. Son los que pasan 24 horas con el bebé, quienes ejercen una labor de acompañamiento de los padres dándoles información y pautas de atención al bebé, lactancia y otros cuidados. Es normal que en estas situaciones cunda el desasosiego por no tener al niño cerca, y por eso en los últimos años se ha avanzado enormemente con el programa 'Puertas abiertas' para facilitar el acceso a los padres o permitiendo el 'método canguro' para mantener un contacto piel con piel con el recién nacido.
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