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«Ojos que no ven, corazón que no siente». Así comienza el libro 'Photoclima: imágenes de un futuro afectado por el cambio climático' que Greenpeace publicó en al año 2007 donde la entidad realizó una predicción sobre los «devastadores efectos» del cambio climático ... en nuestro mundo para el año 2018 en adelante.
Las fotografías, de los fotógrafos Pedro Armestre o Mario Gómez componen un libro que también está aliñado con relatos de personajes como José Saramago o Rosa Regás, el libro de Greenpeace se compone fundamentalmente de fotomontajes con los que la organización recreó algunos de los paisajes más reconocidos del país décadas más tarde devastados por el cambio climático en caso de que la sociedad no hiciera nada por remediarlo.
Una de las predicciones de la organización era que el caudal del Ebro podría disminuir un 80% al igual que ocurriría en «los ríos del sur de Europa, y el Ebro es un río del sur de Europa, por lo que en verano podremos llegar a ver imágenes como ésta». Todas las estimaciones incorporadas en el volumen, aseguró Greenpeace en su momento, se llevaron a cabo teniendo en cuenta el último informe que había publicado el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático de las Naciones Unidas (IPPC), que demostraba, según ellos, la urgencia de reducir drásticamente las emisiones de CO2.
En ese momento, el director ejecutivo de Greenpeace España, Juan López de Uralde, denunció en la presentación de 'Photoclima' que en España «se está tratando el cambio climático de manera frívola» y, por su parte, el entonces secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, aseguró que tan sólo quedaban ocho años para evitar la catástrofe, es decir, hasta 2018.
Pues bien, estamos a punto de darle la bienvenida al 2020 y nada parece haber cambiado mucho. En un momento en que Madrid acoge la Cumbre del Cambio Climático (COP25) y crecen cada vez más políticas sostenibles sobre la reducción de la emisión de gases contaminantes a la atmósfera, todavía queda mucho por hacer. Diario LA RIOJA realiza con sus lectores un recorrido por los fotomontajes que publicó Greenpeace hace más de una década y que, como afirmó la entidad, serán los paisajes a los que deberemos acostumbrarnos a ver si, de aquí en adelante, no se aplican con urgencia medidas para salvar el planeta Tierra.
El libro consta de fotografías articuladas en torno a seis temas y lugares distintos: los ríos mediante la imagen del río Ebro a su paso por Zaragoza; la agricultura reflejada en las plantaciones de naranjos de Valencia; las montañas representadas por sus formaciones glaciares como las de Monte Perdido en el Pirineo; el mar fotografiado en el Parque Nacional de las Islas Atlánticas en Galicia y en la Manga del Mar Menor en Murcia, los bosques a través de la imagen del Parque Natural de los Alcornocales en Cádiz. Por último, el libro dedica un capítulo a la situación en Africa.
«Corriente de agua continua y más o menos caudalosa que va a desembocar en otra, en un lago o en el mar».
«Labranza o cultivo de la tierra. Arte de cultivar la tierra».
«Masa de hielo acumulada en las zonas de las cordilleras por encima del límite de las nieves perpetuas y cuya parte inferior se desliza muy lentamente, como si fuese un río de hielo».
«Masa de agua salada que cubre la mayor parte de la superficie de la Tierra. Lago de cierta extensión».
«Sitio poblado de árboles y matas».
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