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«Me decanté por este ciclo porque me gustaba mucho, porque es un grado muy completo y porque sabía que tenía un alto grado de empleabilidad». Son las frases que repiten, cada uno con sus propias palabras y tamiz, los tres estudiantes riojanos del grado medio en Cuidados Auxiliares de Enfermería en el colegio Paula Montal, que rememoran cerca de sus aulas la motivación que sintieron al matricularse y el éxito que conlleva titularse por la alta inserción laboral.
En el caso de Silvia San Miguel, las circunstancias de la vida «me llevaron a quedarme en paro. En su día ya estudié un ciclo relacionado con la sanidad, pero al fallecer mi madre por una enfermedad, me removió mucho más», explica esta alumna mientras puntualiza que «siempre me ha gustado mucho, sabía que tenía muchas salidas profesionales».
De ahí que, por su situación, decidiese que «era el momento de estudiar lo que quería». «Tenía los dos años de paro y el ciclo duraba un año. Sabía que al acabarlo iba a haber mucha empleabilidad, porque en el colegio hay bolsas de empleo, por lo que di el paso», recuerda. Su experiencia no puede estar siendo mejor. «Está siendo muy gratificante, primero porque me gusta mucho el ciclo, sobre todo porque soy de las que piensan que para estudiar una FP tienes que estar concienciada de que te gusta, vas a dar un servicio a la gente, estoy contenta».
En su dilatada trayectoria, ha podido experimentar que ya no existen tantos perjuicios hacia esta formación. «Estudié dos ciclos cuando terminé el BUP y no había tanto conocimiento como hay ahora. La universidad está muy bien, pero una salida profesional es mucho más accesible con un ciclo formativo», concluye sonriente.
Desde que era pequeña, Julia Ruiz siempre sintió un especial interés por «curar animales o personas» y, a los 15 años, supo que quería decantarse por el grado medio en Cuidados Auxiliares de Enfermería. «Me gustaba desde siempre, mi madre también estudió el ciclo y la ESO no me gustaba mucho, era todo muy específico», afirma. En su caso, aunque tiene «pensado» ir a la universidad, «Bachiller me echaba mucho para atrás por la nota, por eso decidí hacerlo poco a poco y, como te cuentan las prácticas y en este grado medio tienes dos titulaciones, lo vi bien, aunque también lo elegí por la empleabilidad», explica esta alumna mientras puntualiza que «tienes varias opciones, para clínica dental, enfermería...». De ahí que aunque también tenga que «estudiar mucho y ser constante, porque hay que llevarlo todo al día, como me gusta lo llevo todo muy bien y me siento muy cómoda; ha sido un acierto», expone.
Como ella, Marcos Gonzalo tampoco creía que encajase en Bachiller. «No me veía y una de mis intenciones era llegar a Enfermería; por eso elegí este ciclo formativo, porque es un grado muy completo y muy bonito», explica. Todo debido, en parte, a que «aprendes a valorar a la gente, a conectar con ella, porque no todo el mundo es capaz de ir a un hospital o a un centro de día para ayudar a una persona, no todo el mundo está capacitado ni a nivel sentimental ni físicamente».
En su caso, su experiencia no puede estar siendo mejor. «Está siendo muy buena, tal cual me la esperaba», asegura. Todo debido, en parte, a que ya iba aconsejado por sus amigas y por una vecina, que le informaron de que era «muy divertido y de que tenía muchas salidas, por lo que lo hice sin pensarlo y ha sido un acierto, porque sé que voy a tener trabajo el día de mañana». No solo por eso. «Yo en la ESO tenía una media de un 6 y, aquí, tengo una media de un 8, por lo que es importante hacer lo que te gusta», asegura.
Por su parte, Gema Tejedor, profesora del grado medio en Cuidados Auxiliares de Enfermería en el colegio Paula Montal, explica que a esta formación llega un perfil del estudiantado muy diverso. De hecho, apunta, «muchos vienen de la ESO o de la FP Básica, aunque también tenemos alumnos más mayores, que deciden reciclarse y se decantan por este grado por la alta empleabilidad», apunta Tejedor.
Sobre todo, porque es un ciclo que no solo tiene una alta inserción laboral «en el ámbito de la enfermería clínica, sino también en el área de ayuda a domicilio, en las clínicas dentales o en la rama de servicios a la comunidad... es muy variado». Todo ello, además, «lo vemos porque tenemos una bolsa de empleo y, cuando terminan la formación, nos llaman desde diferentes empresas, que sabemos que tienen dificultad para contratar personal», asegura la docente.
En este sentido, afirma que «cuando contactan con nosotros, la mayoría están trabajando, por lo que hay constante movimiento en el ciclo». «Vemos que hay de todo, pero sí que es verdad que lo eligen por motivación, porque les gusta la rama, que están contentos con la formación y que, cuando terminan y acuden a las prácticas, todavía se motivan más con el trabajo que realizan», reconoce esta profesora.
En algunos casos, aunque siguen trabajando o estudiando ciclos sanitarios, «lo eligen porque igual en la ESO no se les daban bien las asignaturas y, aquí, se les imparte un ciclo o una rama muy concreta». Por ello, «aprenden un oficio, están más motivados y les llama más la atención, por lo que estamos más contentos con los resultados y con cómo el alumno madura con nosotros, cómo van evolucionado desde la ESO a cuando obtiene el título, porque desde las prácticas cambian totalmente».
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