La helada deja algunas viñas tocadas en Rioja Alta y Alavesa, pero no ha sido generalizada

Ha habido estaciones que sí han registrado temperaturas bajo cero. En Baños de Ebro (Álava), en un punto de medida situado junto al cauce, se han anotado temperaturas de -1,2 grados. En la estación de la Aemet de Nájera se han observado -0,7 grados a las 7.20 horas y en el aerpuerto de Agoncillo el mercurio se ha quedado justo en la frontera de los cero grados. Se han advertido algunas cepas tocadas en Baños de Ebro, El Cortijo, Ollauri, San Vicente y otros municipios.

La sensación es que, aunque la helada haya causado daños puntuales, la mayoría de la DOC ha salvado un envite que se antojaba complicado. «Esta ha sido una helada de irradiación, típica de primavera. Con el cielo despejado y sin viento, las temperaturas caen, especialmente en las zonas bajas y ribereñas», indica Palacios. Las viñas situadas en zonas algo más elevadas han resistido mejor.

Los datos recogidos por las estaciones del SOS Rioja dibujan un panorama muy variable, con frecuentes episodios de inversión térmica. Las seis décimas negativas de Santo Domingo contrastan con las mínimas sobre cero registradas en el monte Urbaña, en Ventrosa, a 1.500 metros de altitud (1,8 grados). Si observamos el conjunto de la comunidad autónoma, las temperaturas más bajas de esta madrugada se han registrado en Torrecilla y Villoslada (-1,8 grados) mientras que Alfaro (5,1 grados) ha anotado la más elevada.

Aunque los pronósticos son favorables para el fin de semana, todavía es pronto para cantar victoria. Abril es un mes traicionero y la semana que viene se anuncia muy complicada, con el posible descuelgue de una gran masa de aire frío que puede afectar al territorio riojano durante varios días.

«El temor es que podamos sufrir una helada de advección, que no se limita a dañar zonas muy determinadas, como lo que ha sucedido en la pasada madrugada, sino que afecta a un territorio mucho más amplio», señala Palacios. Los viticultores riojanos todavía no han olvidado la pesadilla que vivieron en el año 2017, cuando una helada brutal en la madrugada del 28 de abril dejó temperaturas por debajo de los -3 grados, afectó a un tercio del territorio de la DOC Rioja y diezmó la producción.