La estadística oficial confirma que el teletrabajo está en retroceso en La Rioja. Según el Instituto Nacional de Estadística, con datos del primer trimestre de este año, solo el 4% de los riojanos teletrabaja de forma habitual, lo que supone una caída del 63, ... 3% respecto al segundo trimestre de 2020, el periodo temporal más duro de la pandemia. Comparado con el trimestre inmediatamente anterior, cuarto de 2021, el descenso es del 26%. En términos absolutos, 5.600 riojanos teletrabajan, 9.200 menos que hace dos años. Y, de ellos, la mayoría son mujeres (3.200).
Publicidad
La vacunación de la población y la progresiva vuelta a la 'normalidad' propiciada por la 'gripalización' del COVID explican este nuevo escenario que desmonta un mantra muy escuchado durante dos años marcados por la pandemia: que el teletrabajo había venido para quedarse y que se iba a un modelo híbrido que combinase las jornadas presenciales y a distancia. En el caso de La Rioja juegan, además, factores intrínsecos de la comunidad, explica el secretario general de CCOO en La Rioja, Jorge Ruano: no es un territorio con largas distancias en los desplazamientos a los centros de trabajo; el tejido empresarial se caracteriza por micropymes en las que implantar el teletrabajo es «muy complicado»; en el sector público riojano –el 7,6% de administración general teletrabaja en la actualidad, según el Gobierno regional– «hay que avanzar más», y uno de los obstáculos para impulsar esta modalidad de trabajo es que «no está regulada» en los convenios colectivos.
Este contexto explica que en la comparativa con lo que ocurre en el resto del país, solo una comunidad le arrebate el primer puesto a La Rioja en menor prevalencia del teletrabajo: Murcia, con el 3,9%. En el lado contrario del escalafón destacan Madrid (13,5%), Asturias (9%) y Cataluña (8,8%).
También incide en la negociación colectiva la vicesecretaria general de UGT-Rioja, Ana Victoria del Vigo, si se aspira a evolucionar en aquellas actividades en las que sí es posible implantar el teletrabajo, «pero delimitando claramente, entre otras cuestiones, el derecho a la desconexión y las garantías de prevención de riesgos para la salud». Asimismo, Del Vigo enfatiza que «teletrabajar no es conciliar la vida laboral y familiar como muchas empresas tratan de vender: hace falta más corresponsabilidad».
Publicidad
Jorge Ruano | CCOO
Ana Victoria del Vigo | UGT
Pedro José Sáez | FER
Por su parte, el responsable del departamento de Asesorías de la FER, Pedro José Sáez, advierte de que la implantación del teletrabajo «no es tan sencilla» no solo por los sectores donde «no resulta factible» como «comercio, hostelería, industria y construcción», sino «por las cortas distancias en La Rioja». Según expone, el teletrabajo «lleva consigo una regulación entre las partes y, en muchos casos, es muy complicado el control de las condiciones en las que se produce ese trabajo a distancia». Sáez reconoce que «puede ser una herramienta muy positiva», pero «a costa de perder algo muy importante como es el contacto entre los compañeros o en las relaciones habituales con los clientes».
¡Oferta 136 Aniversario!
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.