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Durante los diez primeros meses de este año se constituyeron en La Rioja 341 sociedades mercantiles, 201 más de las que se disolvieron. Son cifras aportadas por el INE, bastante similares a las del mismo periodo de 2021. Lo llamativo de la estadística radica en ... la cuantía del capital inicial desembolsado por los nuevos negocios riojanos para ponerse en marcha: el importe se ha más que duplicado, superando los 35 millones de euros. Las dificultades para acceder a financiación externa (encarecimiento del dinero por las subidas de los tipos de interés) y las políticas fiscales impulsadas para incentivar la capitalización de las empresas a través de fondos propios explican esta evolución.
De la Estadística de Sociedades Mercantiles publicada por el INE se desprende que en La Rioja se siguen creando más empresas que las que se destruyen. Entre enero y octubre se constituyeron 341 frente a las 346 del mismo periodo del año anterior. Se trata de una ratio que se repite en la última década, como se puede observar en las gráficas que complementan esta información, con las salvedades de 2016 (cuando en plena salida de la crisis financiera se constituyeron 540 sociedades nuevas en la región) y de 2020 (año COVID en el que no se llegó a las 300).
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La novedad de este año estriba en el importe del capital con el que los emprendedores riojanos inician su aventura empresarial. El acumulado de enero a octubre arroja la cifra de 35,09 millones de euros, el 136,8% más que los 14,82 millones de los diez primeros meses de 2021.
Ernesto Gómez Tarragona | Colegio de Economistas
Pero, ¿a qué obedece este incremento? El decano del Colegio de Economistas de La Rioja, Ernesto Gómez Tarragona, apunta dos factores. Por un lado, «las subidas de los tipos de interés ya se venían venir desde hace varios meses y las empresas son conscientes de que tienen que ser fuertes en capital propio porque el mundo financiero está replegando velas» ante el temor de un repunte en 2023 de la morosidad que, durante años, debido a tipos bajos e incluso negativos ha estado muy controlada.
Otro factor es que «hay tantísima deuda pública en estos momentos, que saca la privada de los mercados», y las empresas, «al tener mayores dificultades en la búsqueda de financiación externa tienen que recurrir a importes de capital mayores».
Ernesto Gómez Tarragona | Colegio de Economistas
Pero, además, Gómez Tarragona pone el acento en que «llevamos algún tiempo en el que las medidas de índole fiscal están castigando a las empresas poco capitalizadas». «En 2007 –explica–, las del IBEX eran unas 'máquinas' invirtiendo fuera de España porque tenían la posibilidad de inyectar dinero fuera, lo hacían vía préstamos y los intereses generados en esos préstamos eran deducibles». En un momento dado, sin embargo, «el Gobierno entendió que ya no interesaba potenciar esto tanto y lo que hizo fue castigarlo, buscando que las empresas estuviesen fuertemente capitalizadas, aumentasen sus fondos propios y no recurriesen a préstamos interempresa, dentro del grupo». Esa política, por la que también se muestra favorable la Comisión Europea, ha derivado en «un aumento de la inversión en las capitalizaciones», lo que para el portavoz de los economistas riojanos es lógico: «Da un poco de risa que una empresa que quiere hacer un negocio potente empiece con un capital social de 3.000 euros y luego pida un préstamo de un millón. Parece más razonable que si apuesta, apueste con todas las consecuencias, con unos fondos propios más acordes».
En cuanto a las disoluciones de mercantiles, los datos del INE confirman que fueron 140 en la comunidad entre enero y octubres, 17 menos que en el mismo periodo de 2021. El grueso se concentró en el primer semestre, pero desde agosto han ido creciendo sin descanso. Gómez Tarragona avisa de que interpretar esta evolución es «muy difícil», básicamente porque «una disolución no significa que en ese momento cese la actividad» de la empresa. En este sentido, recuerda que «es muy frecuente que se tarde bastante desde que un negocio fracasa o suspende la actividad hasta que se produce el proceso de disolución». «No es algo automático», incide.
341 sociedades mercantiles se constituyeron en La Rioja entre enero y octubre
140 firmas se disolvieron en los diez primeros meses del año en la comunidad
127 mercantiles fortalecieron su capitalización, tres más que en 2021
33 redujeron su capital social hasta octubre, nueve menos que el año pasado
Así, «la empresa que fracasa tiende en muchas ocasiones a dejarla sin actividad por la vía de hecho, no cumpliendo las formalidades y no apareciendo, por tanto, como disuelta». Son las llamadas empresas 'zombis' a las que «la Agencia Tributaria ya ha dicho que va a dar caña (retirada del CIF)», con el objetivo de sanear el tejido empresarial de cada comunidad. Bancos, notarios y registros públicos «comprobarían de forma inmediata que no están en el censo y prohibirían hacer operaciones».
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