Los tatuajes no son para siempre

Aunque es relativamente fácil hacerse un tatuaje, puesto que existen numerosos estudios que los realizan, no parece tan sencillo poder borrarlos. En el estudio Tow Tattoo de Logroño ofrecen ese doble servicio, no solo hacerse tatuajes, también borrarlos. «Hay quien no está del todo contento con el resultado de un tatuaje que se ha hecho y otros que se lo hicieron hace años y deciden eliminarlo o dejar espacio para otro nuevo. Y hay quien tiene prisa, sobre todo ahora, antes del verano, porque no solo no quiere vérselo, tampoco que se lo vean», cuenta Marta Montoya Tovar, responsable de Tow Tattoo.

Muchas veces sucede que alguien tiene en mente un resultado que no se plasma en la realidad y acaba descontento con el tatuaje. También sucede que las técnicas de tatuado han cambiado mucho y uno realizado hace años, con peores medios, se ha podido desvirtuar y ya no luce como antaño. O que, simplemente, como quien dibuja en una pizarra, se ha cansado de un tatuaje y desea dejar espacio para otro nuevo. Al margen de, por supuesto, las rupturas sentimentales, que son un motivo muy habitual para borrar tatuajes de amores que se creían eternos.

«Mucha gente preguntaba por la eliminación de tatuajes, que no es habitual en los estudios», explica Marta Montoya, por eso decidió aliarse con Zuriñe Rodríguez, especializada en la eliminación de tinta sobre piel, para ofrecer este servicio en Tow Tattoo desplazándose desde Vitoria. «La curación entre una sesión y otra es de seis semanas, así que viene en ese periodo de tiempo», apunta Marta.

La logroñesa Laura Millán, de 23 años, acudió el pasado jueves a su primera sesión para borrar un tatuaje con el fin de poder hacerse otro encima. No es el único, en sus brazos cuenta con varios. «Cuando me lo hicieron, al poco se me empezaron a borrar unas líneas, así que me lo quiero quitar para, con el tiempo, hacerme otro ahí», cuenta Laura.

«Cada tatuaje tiene un significado para mí, empiezas y engancha. Me hice un escorpión por mi signo del zodiaco. Después una frase que me encantó: 'Brilla, no dejes que nadie te apague'», explica Laura señalando sus brazos dibujados en los que también hay un rayo, Mickey y Minnie Mouse, una antorcha, un osito... y el que ahora desea borrar, una leona. «Las leonas representan la familia porque cuidan mucho de los suyos y yo soy muy así», expone Laura, quien no tiene pensado todavía qué se tatuará encima. «Como es finito y no es muy grande, me han explicado que tardará poco. De momento no me planteo quitarme más, es que este lo tenía ya medio borrado», explica Laura Millán.

«Cuánto se tarda en eliminar un tatuaje depende de muchos factores: el primero, cómo esté hecho, los hay más fáciles, con más o menos sombras, más o menos marcados... mientras que los lineales, con bastante tinta, tardan más», describe Zuriñe Rodríguez, quien marca una media de seis sesiones de láser para una eliminación completa, aunque los hay que basta con cuatro y otros que necesitan hasta diez. «Por el sistema linfático de cada persona también varía mucho lo que cueste eliminar el tatuaje, la manera en que cada persona elimina la tinta», advierte Zuriñe Rodríguez.

«El motivo más común que solemos tener para eliminar un tatuaje es que son muy viejos, de los que se ponían muy de moda antes, como los tribales, diablos, delfines y el 'Amor de madre', que son muy comunes, o los nombres de pareja. Y se eliminan porque llega un momento en que lo que te gustaba con 25 años, ya no te gusta con 40. O rara vez», expone Zuriñe. No obstante, no siempre se requiere un borrado total, a veces basta con uno parcial para hacerse un tatuaje nuevo encima. «Es bastante común aclarar el tatuaje en una o dos sesiones para poder hacer uno encima más moderno y actual, lo que resulta más fácil y económico, además de sustituirlo por uno que te guste más. Así ya tienes más posibilidades. Ahora se llevan mucho los tatuajes finos y para eso se necesita un borrado completo, aunque algunos con un par de sesiones es suficiente para aclararlos y tatuar encima lo que quieras», detalla Zuriñe.

Esta experta advierte de que para borrar un tatuaje se requiere un láser con registro sanitario y que hay que tener cuidado con dónde y cómo se hace. El borrado puede inflamar la zona, pero nunca debe doler y menos hacer sangrar, eso sería muy mal síntoma. Por otra parte, al preguntarle qué es lo más extraño que ha borrado, Zuriñe ríe y responde rápido. «Lo más raro son las zonas. Lo que más me ha sorprendido es que hay bastantes hombres que llevan tatuajes en las ingles, escondidos. Y son los que más te sorprenden porque no te imaginas un tatuaje en esa zona tan escondida, son más habituales en los brazos o las piernas», admite Zuriñe Rodríguez.

También es habitual borrar ya no solo de la vida sino del cuerpo a las exparejas. «Hay gente joven que se ha tatuado la inicial de su novio, se lo querían quitar y les he insistido muchas veces en si estaban seguras, porque igual solo hacía dos semanas que lo habían dejado, a ver si van a volver...», reconoce Zuriñe.

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