La tarjeta monedero de ayuda alimentaria deja sin apoyo a 13.000 riojanos vulnerables

El proyecto, que nace con el objetivo de dignificar la prestación de las ayudas y acabar con las denominadas 'colas del hambre', cierra el viejo Operativo FEAD (Fondo de Ayuda Europea para las Personas Más Desfavorecidas), vigente desde diciembre de 2014 hasta el pasado diciembre, por el que gracias a fondos europeos, el FEGA (Fondo Español de Garantía Agraria), adscrito al Ministerio de Agricultura, adquiría alimentos de primera necesidad que posteriormente eran repartidos en las distintas comunidades por las entidades colaboradoras del Banco de Alimentos y por Cruz Roja. A La Rioja llegaban entre 600.000 y 700.000 kilos anuales que se destinaban a 4.000 familias, más de 14.000 beneficiarios totales.

En junio de 2021, el FEAD se integró en el nuevo Fondo Social Europeo Plus (FSE+), un cambio en el modelo que implicaba sustituir la tradicional entrega directa de alimentos por un sistema de cobertura indirecta vía vales o tarjetas monedero e incidir, por recomendación de la Comisión Europea, en la lucha contra la pobreza infantil. Aprobado el cambio a finales de ese año en el Consejo Interterritorial de Servicios Sociales, con unanimidad de todas las comunidades, todo debía estar preparado para abril, tal como se reflejaba en el Real Decreto al que el Consejo de Ministros dio luz verde el pasado 23 de enero.

Del nuevo modelo, que será gestionado en exclusiva por las comunidades autónomas a partir del 1 de enero de 2025, se ha hecho cargo de forma excepcional este año el Gobierno de España, en concreto a través de Cruz Roja, entidad a la que ha destinado 100 millones de euros para entregar la tarjeta monedero a las personas que derive Servicios Sociales.

Sin discrepancias en el fondo, la letra pequeña del modelo ha sembrado el presente de incógnitas y honda inquietud. La clave reside en que el sistema de tarjetas monedero solo contempla como beneficiarios a las familias en situación de vulnerabilidad extrema (ingresos inferiores al 40% de la renta media), pero con menores en su seno. Las cuantías mensuales oscilan entre los 130 euros para unidades de dos personas (adulto y menor) y los 220 para 5 o más miembros (160 para 3 integrantes y 190 para 4).

Las estimaciones empezaron a chocar desde el principio. Mientras el Ministerio de Derechos Sociales cifraba en 70.000 las familias beneficiarias (100.000 personas), la Federación Española de Bancos de Alimentos (Fesbal) alertó de que el nuevo modelo deja fuera a más de 350.000 vulnerables, entre otras, personas mayores, familias con hijos de 18 o más años, personas sin hogar…

En La Rioja, la preocupación es la misma. Tanto en el ámbito político como en el social. «A mí la dignificación y las tarjetas monedero me parecen un sistema adecuado, pero debe llegar a todas las personas vulnerables que lo necesitan y este modelo deja fuera a muchas», asegura Marta Gómez, directora general de Servicios Sociales. Según sus cifras, los beneficiarios el pasado año eran 14.812, pero con la tarjeta monedero se reduciría a 450 familias, unas 1.800 personas. «Es una barbaridad», advierte Gómez, quien garantiza que desde el Ejecutivo regional «vamos a poner las medidas que sean oportunas. No vamos a dejar a nadie desatendido, pero la ayuda tendrá que ser solo autonómica porque el Ministerio no nos da soluciones frente a todas las carencias de este sistema. Es todo caótico», censura.

La misma inquietud rezuma desde el Banco de Alimentos. «Valoramos el nuevo modelo con mucha preocupación, porque creemos que no es la solución de los problemas, ya que con esa tarjeta monedero se va a ayudar a mucha menos gente de la que veníamos atendiendo con el sistema tradicional. El 84% de los beneficiarios se quedan fuera», advierte el presidente de la entidad, José Manuel Pascual. «Nosotros el año pasado atendimos un promedio de 7.300 personas y otro tanto Cruz Roja, casi 15.000 en total en La Rioja», detalla el responsable del Banco de Alimentos de La Rioja, quien asevera que «seguiremos adelante porque hay que continuar ayudando a la gente, tendremos que hacer un esfuerzo mayor para intentar paliar esa disminución de alimentos, porque del FEAD recibíamos más del 25% del total de lo que repartíamos a lo largo del año y ahora nos quedamos sin ello». Seguro de la continuidad de la organización –«gracias a las donaciones y a la solidaridad de los riojanos»–, Pascual avanza que la entidad desarrollará a finales de mayo una campaña de recogida de alimentos.

El diagnóstico es muy similar en Cáritas La Rioja. «La valoración del nuevo sistema como tal es positiva porque creemos que sí que aporta mayor dignidad en la ayuda alimentaria a las personas, pero, aunque el modelo es mejor, hay un problema muy serio, porque no está en absoluto dotado de los recursos necesarios. Según los datos que se nos facilitaron, hay unas 4.000 familias que están recibiendo ayuda alimentaria en especie, nosotros en Cáritas estamos atendiendo a unas 800, y la mayor parte de ellas quedarían fuera», admite su director, José Andrés Pérez, que admite que «las entidades tendremos que seguir haciendo esfuerzos porque hay una bolsa de pobreza que no desciende, con unas 7.000 familias en La Rioja que están en situación de pobreza y riesgo de exclusión».

Otro de los problemas del nuevo sistema es su menor capilaridad, alertan. Las asociaciones llegaban a cualquier rincón, pero la compra de alimentos vía tarjeta monedero solo es posible en las cadenas adscritas al programa: Alcampo, Carrefour, Eroski, Masymas, Spar Gran Canaria, Alimerka y Dinoso. Solo las tres primeras tienen presencia en La Rioja, con 53 comercios totales pero en solo 17 de los 174 municipios.

Carrefour cuenta con 14 comercios en 6 municipios: Logroño, con 9 locales y 1 en cada una de las cinco localidades restantes, que son Cenicero, Aldeanueva, Villamediana, Albelda y Navarrete. Alcampo, por su parte, dispone de 18 centros en 5 municipios, con 14 comercios en Logroño y 1 en Haro, Nájera, Arnedo y Murillo de Río Leza. Los restantes 21 pertenecen a la marca Eroski, con centros en 11 municipios: Logroño, con 8 (1 en Varea). Los restantes repartidos en Calahorra (2), Haro (2), Arnedo (2) y uno en las demás localidades: Santo Domingo, Rincón de Soto, Autol, Baños de Río Tobía, Nájera, Alfaro y Ezcaray.

El nuevo sistema permite a las familias vulnerables con menores acudir a los comercios señalados, en vez de ir a una entidad social a recoger las bolsas de comida.

Con la tarjeta monedero, las familias podrán adquirir, además de los tradicionales de primera necesidad, alimentos frescos y productos de higiene. No alcohol o ultraprocesados.

Las tarjetas se podrán cargar por un mes, dos o tres y la ayuda se podrá prolongar hasta un año, según evolucione la situación económica de la familia beneficiaria.

La tarjeta monedero podrá ser complementada por los servicios sociales con otros apoyos. Las familias también podrán recibir otras respaldos desde las entidades sociales.

La tarjeta monedero para alimentos solo se contempla para familias vulnerables con hijos menores, el resto de colectivo quedan fuera del nuevo sistema de ayudas.

Con un global de 660 millones de la UE en 7 años, la iniciativa cuenta para este 2024 con 100 millones, con lo que no podrá cubrir todas las necesidades de las familias vulnerables.

Los beneficiarios deben acudir a las cadenas adheridas al programa, solo tres en La Rioja –Alcampo, Carrefour y Eroski– con solo 53 comercios y únicamente en 17 municipios.

En el sistema antiguo el Ministerio de Agricultura adquiría alimentos (600.000 kilos para La Rioja) a costes competitivos. Con la tarjeta monedero el precio es el del mercado.