El sueño de parar el parkinson avanza en La Rioja

«Si este proyecto concluye con resultados positivos, habremos descubierto una nueva diana frente a la que desarrollar tratamientos para intentar mejorar la calidad de vida de los pacientes de parkinson», aseveró, por su parte, la doctora Álvarez Erviti, quien aclaró que el proyecto financiado por la Fundación Michael J. Fox «tiene como objetivo confirmar una nueva diana terapéutica para detener la muerte de las neuronas dopaminérgicas». La muerte de estas células origina los síntomas motores característicos de la enfermedad y el estudio tratará de lograr un nuevo tratamiento «Nosotros lo que buscamos es frenar esa muerte. Afortunadamente hoy hay técnicas para hacer un diagnóstico temprano, antes de que el paciente tenga estos síntomas motores, y lo que buscamos es conseguir tratamientos que paren esa muerte de neuronas y la progresión de la enfermedad antes de que aparezcan los signos», señaló la doctora.

El proyecto del Cibir, dotado con 167.999,70 dólares y con una duración prevista de dos años, es el segundo financiado por la Fundación Micheal J. Fox que logra la unidad dirigida por Lydia Álvarez-Erviti, que en 2018 ya realizó un estudio que tuvo como objetivo la disminución de los niveles de la alfa-sinucleína, una proteína que se acumula en las neuronas y que desempeña un papel fundamental en el origen y progresión de la enfermedad de Parkinson.

Por otra parte, la unidad de Neurobiología Molecular del Cibir también ha iniciado un segundo proyecto de investigación para el desarrollo de un nuevo tratamiento capaz de detener el proceso neurodegenerativo que afecta a la enfermedad de Parkinson y a otras patologías mediante el empleo de vesículas extracelulares modificadas.

Una de las prioridades sanitarias en el área de las enfermedades neurológicas es el desarrollo de terapias que modifiquen el curso de las mismas. Además, un porcentaje de estas patologías están causadas por mutaciones génicas. Debido a la alta incidencia y severidad de estas enfermedades y a la falta de tratamientos efectivos para detener o ralentizar su progresión, el desarrollo de terapias frente a estas mutaciones será objeto de estudio en la investigación del Cibir. Este proyecto es financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación con 266.250 euros y ha permitido la incorporación de una investigadora predoctoral por importe de 111.758 euros.

Asimismo, en el área de las enfermedades neurológicas también han iniciado el proyecto para entender el papel de la neuroinflamación en el origen de la enfermedad de Parkinson, así como identificar nuevos biomarcadores y dianas terapéuticas para el tratamiento de dicha enfermedad. El proyecto, financiado con 308.600 euros por el Instituto de Salud Carlos III, tiene una duración de cinco años.

Y, por otro lado, también están desarrollando una posible vacuna y tratamiento de terapia génica empleando vesículas extracelulares. Esta investigación cuenta con una financiación de 199.927 euros a cargo del Ministerio de Ciencia e Innovación y una duración de dos años.

Los síntomas que sirven de guía para el diagnóstico de esta patología son el temblor, la rigidez y la bradicinesia -lentitud de los movimientos-. Del mismo modo, existen síntomas no motores, como pueden ser las alteraciones cognitivo-conductuales, trastornos del sueño, síntomas sensitivos como la pérdida del sentido del olfato y dolor o síntomas autonómicos asociados a disfunción urogenital, estreñimiento e hipotensión ortostática.

Hasta un 50% de los pacientes presentan demencia en estadios más avanzados de la enfermedad, además de la disfagia -dificultad o imposibilidad al tragar. Otras alteraciones asociadas a la enfermedad son síntomas neuropsiquiátricos como la depresión, ansiedad o apatía.