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Lunes, 18 de junio 2018, 13:20
La Guardia Civil ha desarticulado una red que, primero, robaba los datros de tarjetas de crédito ajenas y, segundo, utilizaba esos datos y el dinero conseguido con ellos para pagar los gastos de un negocio de prostitución «itinerante».
La investigación partió de Oviedo, pero ha ... involucrado a varias provincias, entre ellas La Rioja, pero también Pontevedra, Burgos, Madrid y Castellón.
Todo partió de la denuncia de un empresario de la localidad asturiana de Cuyences, que detectó que alguien había hecho pagos que no reconocía con la tarjeta de crédito de la empresa. Así comenzó la investigación, con una estafa de las que la Guardia civil considera «tradicionales», el llamado 'skimming': quedarse con los datos de la banda magnética de una tarjeta cuando el dueño la entrega en un punto de venta para hacer un pago. Después esa información se usa para hacer compras por teléfono o via internet.
La cosa se complicó cuando la Guardia Civil comprobó qué era lo que se pagaba con esas datos de las tarjetas: se pagaba por el alojamiento de webs, pero también la contratación de anuncios de contenido erótico para publicar en páginas web de contactos.
Tirando del hilo, se pudo confirmar la participación de al menos 17 personas de nacionalidad extranjera con residencia en distintos puntos del territorio nacional, que se dedicaban a ejercer la prostitución de manera itinerante en domicilios particulares alquilados en varias provincias, aunque el centro 'neurálgico' de la operación era un piso de Oviedo.
La investigación llevó a la detención de once personas en distintas ciudades de España, entre ellas Logroño. Los implicados alquilaban por días habitaciones en pisos de alquiler y publicaban anuncios eróticos en una web de contactos. El pago se hacía través de distintos publicistas «que gestionaban tanto los anuncios como el alquiler de las habitaciones a cambio de una remuneración que se pagaba con el dinero estafado», señala la nota de la Guardia Civil.
Además, se pudo establecer que una de las personas imputadas se dedicaba a realizar anuncios en páginas de contactos a nombre de terceras personas, a las que posteriormente cobraba, y que a su vez, subarrendaba habitaciones en su domicilio. Algo que ya constituye un delito de explotación sexual.
Las diligencia instruidas por el Equipo de Policía Judicial de la Guardia Civil de Tudela Veguín (Asturias) fueron entregadas en el Juzgado de Instrucción Nº 1 de Oviedo.
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