Así se ha vivido la operación antidroga

«A poco tiran todo el edificio con los golpes que ha dado la Guardia Civil»

A la mayoría le ha pillado todo el movimiento aún en la cama y, por eso, buena parte de ellos no tienen claro ni qué hora era cuándo todo ha empezado. Las cinco, aseguran unos. Las seis, afirman otros. Es prácticamente lo único en lo que difieren, puesto que los relatos de todos resultan similares, aunque se refieran a registros realizados en zonas diferentes. Todos coinciden en la magnitud de la operación, en el sobresalto que les han causado las maniobras de los agentes y en la sorpresa de no saber exactamente lo que estaba sucediendo.

En la calle Estambrera, por ejemplo, se respiraba cierta calma a las ocho de la mañana. Ya habían pasado unas horas de la irrupción de la Guardia Civil y en la calle solo unos vehículos camuflados daban muestras de que algo había sucedido en el entorno. Había que fijar la mirada en el número 10 de la vía para encontrar a los agentes que estaban a la espera de que concluyeran las pesquisas en el interior.

Desde la acera de enfrente, mientras, se podía ver a través de la ventana del segundo piso a más guardias civiles realizando las investigaciones pertinentes. Es pronto aún y poca gente pasa por la calle. Sí que sale un vecino del portal, quien expone cómo ha vivido la operación. «Eran las seis de la mañana, más o menos, y se han escuchado voces, ruidos, portazos...», enumera sin saber aún qué había pasado y dónde se estaban centrando los registros.

En otro punto de la ciudad, la calle del Ebro, la imagen resultaba similar, con puntuales diferencias. Allí sí que se vislumbraban un par de vehículos de la Guardia Civil, aparcados en la entrada de Bodegas Franco Españolas. No en vano, el piso en el que se han centrado las investigaciones se encuentra muy próximo a la empresa vitivinícola. En el portal, el número 20, esperan media docena de agentes y en un bar cercano la conversación matutina está centrada en lo ocurrido.

En dicho bar hay un vecino del número 20. Vive en el primero y también sitúa todo cerca de las seis de la mañana. «A poco tiran todo el edificio de todos los golpes que han pegado los guardias», asegura, al tiempo que afirma haber visto miembros de la Policía Local colaborando en el operativo. «Han subido hasta con el perro», apunta.

Este vecino desconocía también en qué piso se había llevado a cabo el registro. «De hecho, al principio pensaba que estaban ocupando alguna casa, pero después ya he mirado por la mirilla, he visto que estaba subiendo mucha gente y me he dado cuenta de que en la espalda de uno ponía 'Guardia Civil'», concluye momentos antes de que los dos detenidos en ese puntos salieran por el portal.

Los registros se distribuían por diferentes puntos de la ciudad. En avenida de la Paz, varios vecinos no daban crédito ante el operativo desplegado por la Guardia Civil. «Estoy muy sorprendido. La verdad es que no había notado nada raro en el edificio, pero hay varias manos. Normalmente por la mañana entran las de la limpieza y los servicios que se llevan a personas mayores, pero nunca había visto nada similar», indicaba. Mientras, en la calle Cigüeña, la detención de un vecino provocaba desconcierto entre los que lo conocían. «Pensaba que tenía su trabajo, hacía vida normal. La verdad es que nunca he visto nada raro», señalaban mientras la Guardia Civil continuaba con sus pesquisas en el domicilio.

En Oyón, por su parte, la operación se ha efectuado en pleno centro, a solo unos metros del Ayuntamiento. Concretamente, en el número 2 de la plaza San Vicente, justo al lado de donde baja el 'Katxi' en el inicio de las fiestas de la localidad. Tomando algo de distancia se puede ver a los agentes efectuando los registros pertinentes a través de una ventana del edificio. Mientras, el municipio continúa con su rutina diaria: gente que va a hacer la compra con sus carros, operarios municipales trabajando en la iluminación de la zona... Al ser todavía temprano no hay demasiados paseantes, pero todos se sorprenden cuando ven a numerosos guardias civiles en el lugar.

En la localidad de Rioja Alavesa, los agentes se han retirado sobre las diez y media, después de concretar dos detenciones, y al lugar ha regresado la tranquilidad habitual que durante unas horas se había perdido a causa de esta operación antidroga que ha sobresaltado a Logroño y a Oyón.