La noche más negra para los Díaz de Moreno

«Una familia de Rincón de Soto logró frustrar un robo en su chalé al enfrentarse a una banda de delincuentes armados que entraron en la vivienda. Como consecuencia de la trifulca, dos de los moradores de la casa resultaron heridos leves, mientras que uno de los atracadores está hospitalizado con pronóstico grave.

Eran poco más de las diez de la noche. Seis hombres encapuchados, al parecer de origen latinoamericano, según relata la familia vícima del atraco, se acercaron a la vivienda unifamiliar en forma de barco situada a las afueras de Rincón de Soto. Fuentes de la Guardia Civil cifraron sólo en cinco el número de atracadores.

La casa es propiedad de Rubén Díaz de Moreno y su hermano Óscra, gerentes de un club de carretera llamado «Rioja». Junto a ellos viven sus respectivas esposas, sus hijos y sus padres.

La familia Díaz Moreno mostraba ayer su convencimiento de que la intención de los delincuentes era robar todo el dinero que había en la casa. En ese momento se encontraban dentro de la vivienda cinco adultos y cuatro niños de entre 9 años y un mes de vida. Los asaltantes iban armados, confirmaron las víctimas y fuentes de la Benemérita, algunos con cuchillos de grandes dimensiones y otros con pistolas detonadoras.

La primera persona con la que se encontraron al entrar fue Ana Paula, mujer de Óscar, que estaba junto a su bebé en un salón de la casa. Según el relato de la familia, uno de los atracadores le amenazó con un cuchillo, y ella comenzó a pedir auxilio a grandes voces. Entonces apareció su marido, que se enfrentó al asaltante. Forcejearon durante un tiempo. Óscar recibió cortes en diversas partes del cuerpo hasta que finalmente logró arrebatar el cuchillo al delincuente y se lo clavó a él en el pecho.

Mientras tanto, y según la versión de las propias víctimas del asalto, en otra de las habitaciones del chalé se vivía una escena no menos escalofriante. Otro de los encapuchados, pistola en mano, exigía que le diesen todo el dinero que hubiera en la casa mientras apuntaba a un niño de 6 años. Su padre, Rubén, suplicaba que no disparase, y poco antes de que apretara el gatillo logró interponerse entre el menor y el arma, que resultó ser de fogueo. A causa de la detonación Rubén fue herido en la parte izquierda de su rostro.

Al ver que el atraco se complicaba, los asaltantes se dieron a la fuga. Todos menos uno, de 49 años y natural de Colombia, que quedaba malherido, tumbado en el suelo de la vivienda hasta que llegaron las Fuerzas de Seguridad. El presunto delincuente está ahora ingresado en la Fundación Hospital de Calahorra, custodiado por dos agentes. Tras haber recibido asistencia médica, Óscar y Rubén se recuperan de sus heridas en su propia casa«.