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Imagen de la rueda de prensa ofrecida por los responsables de Policía Nacional y la delegada del Gobierno y de Guillermo de Soto J.R.

El exentrenador del Varea, acusado de abusar de al menos ocho menores tras prometerles ser futbolistas profesionales

La Policía Nacional destaca que el acusado actuaba siempre fuera de los entrenamientos utilizando redes sociales y prometiendo jugar en Primera por su condición de ojeador de Osasuna

Víctor Soto

Logroño

Miércoles, 3 de mayo 2023

«Le hemos quitado la careta», ha asegurado un responsable de la Policía Judicial de la Policía Nacional al hablar del caso que, desde junio de 2022, tienen sobre la mesa sobre presuntos abusos sexuales en el ámbito deportivo. Primero fue una denuncia y ahora ya son ocho casos de chavales de entre 15 y 18 años los que dan forma a la denuncia contra Guillermo de Soto, exentrenador del Varea y exojeador de Osasuna, que ahora se encuentra en libertad con medidas judiciales y al que se ha llegado a tildar de «presunto depredador sexual».

Los cargos que pesan sobre el extécnico son un delito de pornografía infantil, cinco de corrupción de menores, tres de delitos de abusos sexuales por tocamientos y otros tres de 'child-grooming' (asoso sexual a menores por internet).

El germen de esta operación fue una denuncia de una madre que «había visto archivos de contenido sexual en el móvil de su hijo». «Detuvimos a una persona de 38 años que dirigía a un equipo de fútbol de nuestra comunidad y ojeador de un equipo de Primera», ha explicado el jefe regional de la Brigada de Policía Judicial, Eduardo Esteban, en referencia a los hechos acontecidos en verano del pasado año.

El modus operandi del presunto autor era siempre el mismo: «Durante los entrenamientos no mostraba ninguna rareza y luego hablaba a los jóvenes por redes sociales o mensajería para quedar, conversar, ir a algún sitio para firmar algún contrato... y en ese momento se aprovechaba de sus superioridad para condicionarles», ha explicado Zita Cascallana, jefa de grupo de la Unidad de Familia y Atención a la Mujer.

«Se prevalía de de las ansias deportivas que tienen los menores y estos temían que, ante la negativa de ceder a las solicitudes de mandarles fotos o vídeos, no pudiesen cumplir las expectativas deportivas», ha incidido Esteban. «Hacía valer su condición de entrenador, de superior, para lograrlas. Por eso tememos que haya aún afectados que no hayan denunciado. Prometía hacerles profesionales, debutar en un equipo de Primera División, haz esto, acompáñame...», ha explicado. Por estas razones los responsables de la Policía Nacional piensan que puede haber más denuncias que afloren tras el conocimiento del caso.

Tablet en la detención

El jefe superior del cuerpo en La Rioja, Manuel Laguna, ha desvelado que, en el momento de su detención en 2022, que se produjo circunstancialmente en la localidad Ventas Blancas, se encontraron un teléfono móvil y una tablet que ha sido clave.

En total, más de 62.000 archivos multimedia (más de 29 gigas) de distinto material, con imágenes de algunas de las ocho víctimas, pero también de otras personas sin identificar y otras fotos descargadas de internet y de «índole sexual». La magnitud de estas cifras hace que los agentes de Policía Nacional, diez meses después, todavía estén investigando el caso para tratar de determinar si hay más víctimas en La Rioja que dan un paso adelante y denuncian, aunque reconocen que no es sencillo .

Denuncias previas

En la rueda de prensa ofrecida en la Delegación de Gobierno de La Rioja, también se ha explicado que, en los ocho o nueve años que llevaba el detenido operando en el mundo de fútbol, ya se habían tramitado dos denuncias contra De Soto, una en 2015 y una más en 2021 que no llegaron a buen puerto, pero hace pensar a los investigadores que puede haber más víctimas tanto en los clubes en los que se movía como en otros, haciéndose valer de su condición de exojeador de Osasuna, y aprovechando distintos torneos.

La delegada del Gobierno en La Rioja, Beatriz Arraiz, ha querido romper la ley del silencio que, en ocasiones, se levanta ante este tipo de delitos. «Nunca deben silenciarse los delitos para poder dar protección a las víctimas. Este tipo de casos se resuelve con condenas y los delincuentes son castigados», ha analizado.

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