Ebria, con dos hijas en el coche y estrellada contra una farola en Yagüe

La mujer, que dio una tasa de alcohol que triplicaba ampliamente la establecida, iba acompañada por sus dos hijas, de 7 y 10 años. Las tres tuvieron que ser atendidas por los servicios de emergencias.

No se trata de la única intervención de los agentes en temas relacionados con alcohol y conducción. En la tarde del pasado sábado, un hombre resultó detenido cuando una patrulla de la Policía Local localizó a un coche que atravesaba un cruce sin respetar la señalización y estuvo a punto de colisionar con otros vehículos. El conductor, con claros síntomas de estar borracho, además carecía de permiso de conducir porque este se le había retirado judicialmente por hechos similares.

La sorpresa de los agentes fue al ver el resultado del alcoholímetro: una tasa de 1,43 miligramos, casi seis veces más de lo permitido. Además, el conductor se negó a someterse a la segunda prueba, lo que según explica la Policía Local, «supone además cometer otro delito por negativa a realizar las pruebas legalmente establecidas, y que conlleva una pena superior».

Por último, en la madrugada del pasado domingo, una patrulla detectó a otro individuo que salía de un establecimiento de copas y que, tras montarse en un vehículo aparcado, salía del estacionamiento de manera brusca conduciendo de forma abrupta y sin respetar la señalización. Realizadas las pruebas correspondientes cuadruplicaba la tasa de alcohol permitida. Tres casos flagrantes y tres delitos que demuestran que todavía hay gente que si bebe, conduce, aunque acabe contra una farola poniendo en peligro a sus hijas.