Dos policías, una enfermera y personal de un gimnasio salvan la vida a un conductor que sufrió un infarto en Logroño

Fueron momentos de mucha tensión en los que la colaboración ciudadana sirvió para salvar la vida de un hombre en la calle Duquesa de la Victoria de Logroño. Todo comenzó cuando dos agentes de Policía Nacional, que prestaban servicio de paisano, vieron este martes al llegar a un paso de cebra que había un hombre dentro de una furgoneta con la cabeza agachada sobre el volante y con el cinturón puesto. Los policías decidieron intervenir al tiempo que dos mujeres se dieron cuenta de la situación y se quedaron junto al vehículo con intención de ayudar, ya que una de ellas explicó a los agentes que era enfermera y que creía que al hombre podía estar dándole un infarto.

El vehículo estaba totalmente cerrado, así que uno de los agentes intentó, sin éxito, romper la ventanilla con un extintor que llevaba en el vehículo oficial. En ese momento, un chico que estaba en el lugar les dejó una llave de grifa con la que pudieron abrirla. Al mismo tiempo el otro agente solicitaba la presencia en el lugar de servicios sanitarios.

Al abrir el coche comprobaron que el hombre estaba inconsciente y con los labios amoratados, por lo que la intervención era más que urgente. Uno de los agentes, la enfermera y varios ciudadanos que allí se encontraban trasladaron inmediatamente al hombre a un local adyacente a cubierto, puesto que llovía con fuerza, donde lo tumbaron, desgarraron su camisa y continuaron con la maniobra de reanimación cardiopulmonar.

La enfermera, dejando a los agentes a cargo de la reanimación, se dirigió hasta un gimnasio cercano, Altafit, donde le facilitaron un 'desa' (un desfibrilador semiautomático) y volvió con él acompañada de personal del gimnasio. Continuaron con la maniobra de reanimación y comenzaron a hacer uso del 'desa', ayudando en la reanimación el personal del gimnasio. En ese momento llegaron los servicios sanitarios que pudieron estabilizar al conductor de la furgoneta y lo trasladaron al Hospital San Pedro.

Como consecuencia de la intervención, uno de los agentes tuvo que ser trasladado al centro sanitario para ser asistido de varios cortes en la mano, que se produjo al fracturar el cristal de la furgoneta para poder atender al conductor que se encontraba inconsciente.

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