Un padre y un hijo reincidentes, multados por plantar marihuana en Santa Eulalia

Como en otras ocasiones con cultivos similares, el «intenso olor» que emanaba puso a un agente de la Guardia Civil del cuartel de Arnedo tras la pista de una plantación de marihuana en la localidad de Santa Eulalia Bajera. Como resultado de esta actuación, un padre y un hijo, considerados como responsables de dos de los cuatro cultivos desmantelados, han sido propuestos para sanción, una pena de multa que oscila entre 10.401 y 20.200 euros.

A pesar de estar fuera de servicio, al agente del cuartel arnedano le saltaron las alarmas cuando percibió el fuerte olor a marihuana al circular por las inmediaciones de Santa Eulalia Bajera. Su aviso puso en marcha compañeros en servicio de prevención de Seguridad Ciudadana de la Guardia Civil. Lanzaron una batida por varios puntos de la villa del valle del Cidacos. El resultado: localizaron cuatro cultivos de marihuana en otras tantas ubicaciones del municipio.

En total, los agentes hallaron diecisiete plantas, unas plantadas directamente en el suelo y otras cultivadas en macetas, en estos cuatro cultivos desarrollados en otras tantas ubicaciones del municipio, que la Benemérita apunta como «perfectamente integrados y camuflados en el entorno». Según describe la Guardia Civil en una nota de prensa, algunas alcanzaban alturas entre 160 y 200 centímetros, presentaban gran frondosidad y estaban llenas de cogollos. Estaban en su momento óptimo de cosecha. Y, según la sospecha de los agentes, para destinarlos a la comercialización y venta en las inminentes fiestas por San Cosme y San Damián de Arnedo.

La investigación posterior llevó a localizar e identificar a los dos varones, padre e hijo, como responsables de dos de los cuatro cultivos. Explicaron a la Guardia Civil que usaban los cogollos para fabricar cremas y para auto consumo en cenas con amigos, según relata el cuerpo en su nota. Ya con antecedentes por tenencia y/o consumo de sustancias estupefacientes en la vía pública, consintieron voluntariamente en arrancar y entregar las plantas. En esta ocasión, los agentes levantaron denuncia como infracción grave por cultivo ilícito sin que constituya infracción penal. Por ser reincidentes en este tipo de infracciones y por haber sido denunciados con anterioridad, se enfrentan a la multa en su grado medio, entre 10.401 y 20.200 euros.

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