La torre de la Iglesia de la Asunción de Viguera se vino abajo a primera horas de la noche de este domingo por motivos que aún se desconocen. Pasadas las 21.45 horas, y según testigos presenciales, la estructura «se ha empezado a inclinar y se ha caído entera». No llovía ni hacía viento, circunstancias que podrían haber afectado para que se produjera este siniestro, por lo que nadie se explica qué ha ocurrido.
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De momento, no hay noticias de que el derrumbe haya provocado ningún herido. De hecho, técnicos de La Rioja Cuida, tras la intervención de la perra Argui con Francisco José Caparroso de la Unidad Canina de Rescate de La Rioja, confimaron, casi dos horas después, que no había heridos. Eso sí, el derrumbe de la torre afectó a 11 viviendas, una de ellas de forma considerable, y cuatro vehículos han sido parcialmente sepultados, uno de ellos había sido aparcado pocos minutos antes.
Además, tras el suceso, más de una veintena de vecinos de la zona fueron desalojados por seguridad. También con carácter preventivo, según afirmaron algunos residentes, las clases en el colegio se suspenderán este lunes por precaución, ya que el centro se encuentra junto a la iglesia a pesar de que, en principio, esta no se ha visto afectada.
Así, aunque el volumen de cascotes que hay en la calle es muy importante, el alcalde de Viguera, Álvaro Manzanos, explicaba que el resto de la iglesia parece estar bien, y que el derrumbe no ha afectado, al menos según una primera impresión, al coro ni la nave del templo. «Ha entrado polvo y escombros pero no hay nada alarmante en la iglesia», contaba el alcalde, que informó de que se había cortado el suministro eléctrico al templo.
«No sabemos qué ha pasado, solo que se ha derrumbado. No ha habido ningún hecho reseñable para justificar que se haya caído la torre. De momento, lo más importante es que solo hay daños materiales. Nadie echa en falta a nadie. Solo que la torre ha desaparecido», indicaba el alcalde de Viguera.
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En la zona ha participado la Unidad Canina de Rescate de La Rioja, en la que un perro adiestrado ha buscado posibles restos humanos. «La perra no ha marcado que haya personas vivas entre los escombros», señalaba un responsable de la Unidad, Francisco José Caparroso.
«Afortunadamente ha pasado a una hora en que no había nadie porque llega a pasar a las 12.00... Estamos desolados. Hemos perdido un emblema del pueblo», aseguraba el alcalde, al borde del llanto.
En el lugar de los hechos seguían trabajando a media noche los Bomberos de Logroño, así como dotaciones del SOS Rioja y de Guardia Civil.
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«Ha sido un golpe tremendo de fuerte», contaba Julia, una vecina de una de las casas aledañas a la iglesia. «Hemos salido a la baranda y no se veía nada del polvo que había». Según explicaba, abandonaron rápidamente de su casa, «pensando que se nos había caído a nosotros, pero hemos visto que ha sido la torre». «Yo creo que se ha oído en todo el pueblo el trompazo que ha dado».
La caída de la torre causó daños en algunos edificios colindantes, daños que por el momento son muy difíciles de valorar. Todo el pueblo se echó a la calle, asombrado por un derrumbe que nadie esperaba, para ver cómo había quedado la zona desde detrás del cordón de seguridad que habían colocado los servicios de emergencia.
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La iglesia data del siglo XVI, aunque se le han realizado muchas reformas posteriores, algunas incluso de mediados de este siglo. El cuerpo bajo de la torre se construyó en el XVII y fue completado probablemente en el siglo posterior con fabrica de ladrillo. La torre fue restaurada hace menos de una década, en 2017. No había señales en la iglesia ni en la torre de deterioro evidente, ni grietas que llamaran la atención.
«Aparentemente, por fuera, no había ningun tipo de alarma», señalaba el párroco, Fernando García. «Sí que podía apreciarse algunas grietas, pero no eran sospechosas, parecían las normales en una torre muy antigua y que además era muy grande». El párroco se mostraba «muy disgustado, sobre todo por las casas afectadas y los coches que también había». Pero aliviado, eso sí, «porque en principio no había nadie».
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Tras conocerse la noticia del derrumbe de la torre de la iglesia de Viguera, la diócesis Calahorra y La Calzada-Logroño lamentó el suceso y se solidarizó «con los vecinos de la localidad que acaban de sufrir esta desgracia».
Según han explicado en un comunicado, se mantuvieron en contacto con el Gobierno de La Rioja y los equipos de emergencias que trabajaban en la zona, aí como con el párroco.
Por otro lado, «junto con la Consejería de Cultura, estudiaremos la fórmula más rápida para dar una solución adecuada a la restauración del templo», añadieron.
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