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Cuatro muertes. Ese es el balance que deja lo que llevamos de verano en las carreteras riojanas, que han acogido 1,1 millones de desplazamientos durante el presente periodo estival. De los fallecidos, tres se han producido en vías interurbanas y uno más, registrado en Fuenmayor, en el ámbito urbano.
En lo que se refiere a las vías interurbanas, casi la mitad de los accidentes con víctimas (heridos o fallecidos) se han contabilizado durante el verano, 64 de los 130 que se llevan registrados a lo largo del año. De ellos, el 87,5% tuvieron lugar en carreteras convencionales y han causado tres muertes: la de un peatón en la N-111 (cruce de Albelda), un camionero que resultó calcinado al quemarse su vehículo tras una salida de vía en la A-12 y una mujer que falleció días después de un accidente en la N-232 a la altura de Gimileo. Este último suceso no aparece todavía en las estadísticas provisionales de tráfico, puesto que la muerte no se produjo en las 24 horas posteriores al choque, pero sí que aparecerá en las definitivas, según explicó Beatriz Zúñiga, jefa provincial de Tráfico de la región.
Zúñiga, además, hizo hincapié en un dato, relacionado con los heridos graves. En total, se han contabilizado 18 a lo largo de este verano, de los cuales el 50% han sido consecuencia de accidentes en la N-232. «Si los comparamos con los datos del año pasado, los heridos graves han aumentado, con especial relevancia en esa N-232, que es una vía que nos preocupa por su siniestralidad», ha apuntado la jefa provincial de Tráfico.
Unos datos que se suman a los recogidos los meses previos para hacer un total, según los registros de Tráfico, de 130 accidentes con víctimas en carreteras interurbanas, con 41 heridos graves y más de 150 heridos leves. Unos sucesos que han derivado en ocho víctimas mortales, a las que hay que sumar las cuatro contabilizadas hasta la fecha en vías urbanas, la última de ellas este verano, cuando un motorista murió en Fuenmayor después de atropellar a una mujer y chocarse con un vehículo estacionado.
En este periodo estival, las causas más frecuentes de los accidentes registrados han estado relacionadas con las distracciones, la somnolencia o la velocidad. «Y se ha registrado un aumento de los atropellos a los peatones», ha recalcado Zúñiga, quien ha destacado la necesidad de mantener la concentración en la carretera, tanto en verano como a partir de septiembre, en especial en vías como la N-232. «Es una carretera que recupera la normalidad y seguro que va a estar muy transitada y en la que hay que evitar los excesos de confianza y la falta de prudencia», ha especificado.
Durante el verano, además, se ha efectuado la tradicional campaña de controles de alcohol y drogas, en la que alrededor de uno de cada cuatro conductores han dado positivo en lo que a sustancias estupefacientes se refiere. «Vemos que cuando realizamos estas campañas y las anunciamos el número de positivos disminuye», afirmó Beatriz Zúñiga, quien aseguró que a lo largo del año los porcentajes aumentan considerablemente, situándose cerca del 50% de positivos cuando el test es realizado por la Guardia Civil y del 60% cuando lo hace la Policía Nacional. «Vemos que las campañas son efectivas, pero ojalá no haya que seguir haciéndolas porque exista una mayor concienciación de las consecuencias de conducir alcohol o drogas al volante», ha concluido la responsable de Tráfico.
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