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Agentes de la Guardia Civil durante la operación desarrollada el pasado 13 de diciembre. L. R.

Plaza Chica llevaba años revendiendo atún 'falsificado'

La firma reetiquetaba envases y usaba productos de dudosa calidad, por lo que la Guardia Civil incautó 120.000 botes y 45.000 litros de aceite, además de realizar cuatro detenciones

Víctor Soto

Logroño

Lunes, 8 de enero 2024

Cuatro detenidos, 120.000 botes de conserva de atún incautados, 45.000 litros de aceite requisados, 21 cuentas bancarias inmovilizadas... La 'operación Matsu' llevada a cabo por la Guardia Civil junto a los Carabineri italianos y Europol en las dos fábricas de la empresa Plaza Chica (cuyo nombre no quiso mencionar la Guardia Civil, aunque sí reconociese los registros en Alfaro y Cervera del Río Alhama) ha desvelado un fraude alimentario de carácter internacional que nacía en La Rioja Baja.

Fue a finales de agosto, después de una denuncia, cuando comenzó una investigación compleja que tuvo el 13 de diciembre su momento clave, con el registro de las plantas en ambas localidades y de un domicilio, con el objetivo de que no se sacase al mercado una ingente cantidad de conservas, buena parte de ellos destinados a Italia, antes del período navideño.

En una de las entradas se halló «una zona de trabajo clandestina», según la definió este lunes el portavoz de la Guardia Civil Miguel Ángel Sáez, con varios grandes recipientes llenos de agua caliente en los que se eliminaban las etiquetas de botes devueltos por tiendas para, posteriormente, reetiquetarlos y volver a sacarlos al mercado con una fecha de caducidad diferente.

Incluso dentro de algunos de los botes se encontró agua que se había introducido durante el proceso de falsificación y había producido marcas de óxido. También se detectaron etiquetados redactados exclusivamente en italiano que eran vendidos en la tienda de la firma, algo que no está permitido, ya que a todos los productos que se comercializan en España se les exige que estén escritos también en castellano.

A la inspección ocular se sumó la llevada a cabo en tres laboratorios, que dictaminaron que de los 40 botes analizados 33 contenían aceite de inferior calidad al anunciado (en teoría debía ser aceite de oliva pero lo que se detectó era o bien de girasol o bien orujo) y en uno de ellos, atún que no se correspondía a la calidad anunciada.

Contra la salud pública

Sobre los cuatro detenidos (dos hombres y dos mujeres de entre 28 y 64 años y con vínculos familiares) pesan las acusaciones de pertenencia a organización criminal, un delito contra la salud pública y otro de estafa. Todos fueron puestos en libertad tras prestar declaración. Además, en la investigación instruida por el Juzgado número 2 de Calahorra, se bloquearon 21 cuentas bancarias y se prohibió la enajenación de dos vehículos de alta gama, una furgoneta y un camión frigorífico de la empresa. La operación continúa abierta mientras se analizan discos duros, teléfonos y abundante documentación.

«El resto de empresas no podían competir en precios al emplear esta materias primas de inferior calidad»

Beatriz Arraiz

Delegada del Gobierno

Según explicó el portavoz de la Guardia Civil en La Rioja, el entramado criminal ha estado operativo durante varios años, logrando «aumentar de manera exponencial las ganancias» de la firma «en perjuicio de los consumidores». Mientras, la delegada del Gobierno, Beatriz Arraiz, además de defender las buenas prácticas de la inmensa mayoría del sector, destacó que el fraude ha causado «daños al resto de las empresas, que no podían competir en precios al emplear esta materias primas de menor calidad».

Desde Plaza Chica salían anualmente 2.000 toneladas de pescado procesado, cuyo principal destino era la exportación a Italia bajo diversas denominaciones para otras marcas o con la suya propia, destinada a su red comercial.

La firma nació en 2008 como el primer centro productivo de Cervera del Río Alhama, donde emplea a medio centenar de personas, hasta que en 2020 se amplió a Alfaro, de donde es originaria la familia propietaria. En total, la compañía cuenta con más de cien empleados en sus dos sedes en La Rioja.

Una empresa con un crecimiento espectacular y reconocimiento nacional

Congelados y Pescados Plaza Chica fue premiada en noviembre por la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa

La investigación de la Guardia Civil supone un duro golpe para Congelados y Pescados Plaza Chica, una de las firmas que se había convertido en referente del sector agroalimentario en La Rioja y, sobre todo, en un ejemplo de progresión y crecimiento empresarial gracias, en primer lugar, a sus preparados para tortilla y, posteriormente, a su apuesta por las manufacturas de atún y otros productos derivados de la pesca.

Los balances económicos avalaban la dinámica de la compañía, que había multiplicado su producción y pedidos después de crear en 2020 su segundo centro de producción en Alfaro (el primigenio de Cervera es uno de los pocos motores económicos de una comarca golpeada por el envejecimiento). Según los estudios del portal especializado en alimentación Alimarket, en apenas dos años la firma había crecido un 170%, pasando en 2022 de los 21 millones de euros de facturación.

Una evolución tan espectacular recibió el pasado mes de noviembre un reconocimiento por parte de la Confederación de Pequeña y Mediana Empresas, que la incluyó en la lista de 500 pymes españolas que «destacan de manera notable por su crecimiento y capacidad de innovación, la creación de empleo y la internacionalización».

A pesar de la investigación llevada a cabo por la Guardia Civil y Europol, uno de los lemas de la empresa que se mantiene en la portada de su página web es que sus productos se elaboran «con las mejores materias primas» y «siguiendo las normas de seguridad alimentaria más exigente».

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