Borrar
Juan Marín

Los Bomberos impiden que un hombre se precipite desde una grúa de la obra de Maristas

Después de hora y media encaramado a la estructura, a unos 50 metros, el varón ha sido rescatado aunque ha estado a punto de caer

África Azcona

Logroño

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Lunes, 14 de octubre 2024, 18:34

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Opciones para compartir

Final feliz. Los Bomberos de Logroño han logrado rescatar a un hombre que se había encaramado a una de las grúas instaladas en la obra del antiguo colegio Maristas e impedir que se lanzara al vacío desde una altura de unos 50 metros, según ha indicado la Policía Local, lo que equivale a una altura de unos 12 pisos.

Tras una angustiosa hora y media de infarto, los bomberos han conseguido que el hombre descendiera de la estructura sano y salvo. Para ello la pericia de los Bomberos y en particular la labor piscológica de uno de ellos ha sido decisiva para convencerle de que abandonara la idea de tirarse y se acercara al efectivo llevado por la complicidad entablada. Tras el acercamiento, este ha logrado asegurarle con un arnés de rescate -aparentemente sin resistencia- para continuar la evacuación ya sin impedimentos, aunque en medio de una situación de riesgo permanente que no ha terminado hasta pisar suelo.

El bombero Javier Monasterio ha sido quien ha logrado que el hombre, un búlgaro de entre 30 y 40 años, retrocediera desde el extremo de la grúa y se enteresara por lo que le decía. «Ha funcionado la psicología», ha declarado uno de los bomberos de apoyo en la calle. «El compañero ha sabido empatizar con él, ha empezado hablando de fútbol, del equipo de su país y de otros temas«. De pronto, como ha continuado relatando, ambos se han ido acercado hasta mediar solo 15 metros de distancia. Al final, al parecer en un tono de colaboración, y con la ayuda de los otros tres bomberos que permanecían en el 'nudo' o cruce de ambos brazos de la grúa lo han introducido por el interior del eje vertical (una labor peligrosa) hasta alcanzar la cesta de la grúa de los Bomberos con base en la calle, en Calvo Sotelo.

El final del rescate, que ha terminado con el hombre en el interior de la ambulancia desplazada, ha finalizado con los aplausos del numeroso público congregado, que ha seguido la operación con la respiración contenida, sobre todo cuando ha quedado suspendido en el aire desde el extremo de la estructura, sujeto solo por las manos. Ha sido un minuto angustioso. La gente no podía creer lo que estaba viendo: colgado, con la cabeza boca abajo y los pies sin amarre, hasta que de pronto se ha apoyado en uno de los cables de sujeción del brazo de la grúa y,cuando todo el mundo se temía lo peor, haciendo gala de su forma física se ha incorporado hasta volver a ponerse de pie. Su comportamiento era errante y nadie sabía qué iba a hacer. La tensión era máxima.

Según han explicado algunos testigos, minutos antes de las seis de la tarde, el hombre encaramaba a la grúa.

Durante esa larga hora y media, una grúa en cuya cesta iban bomberos mediadores trataba de acercarse al joven, aunque la distancia era muy grande. Continuamente levantaban los brazos en su intento de disuadirle, pero él desde la distancia hacía caso omiso a las indicaciones. La gran altura desde la calle no permitía saber si hablaba con los intermediarios o si intentaba explicar el motivo de desesperada acción.

La calle avenida de Colón ha estado cortada durante hora y media para facilitar las labores que han estado desarrollando los Bomberos. En torno a las 19.30 hora ha quedado abierta al tráfico. En la intervención han participado la Policía Local y Nacional, además de un helicóptero. Al lugar también ha acudido una ambulancia del Seris, en preventivo.

Los vecinos de la zona han asistido a la escena con gran nerviosismo y tensión, ya que en muchos momentos parecía que la tragedia iba a ser inevitable. Afortunadamente, no ha sido así y el joven ha despuesto su actitud.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios