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A media mañana de este miércoles apareció flotando el cuerpo de un hombre en las aguas del río Ebro, a su paso por la localidad de Rincón de Soto. Un vecino fue quien encontró el cadáver cuando paseaba con su perro por el camino agrícola de La Recueja, según comentaban en el municipio. Al parecer, el animal se metió por una zona de difícil acceso, empinada y llena de maleza y comenzó a ladrar. Entonces acudió su dueño y vio el cuerpo junto a la orilla en ese recodo del río.
Tras avisar de lo sucedido, se trasladaron al lugar varias patrullas de la Guardia Civil y la Policía Local rinconera, que guio a los bomberos del CEIS de La Rioja hasta el tramo del Ebro donde estos últimos se encargaron de sacarlo del cauce y trasladarlo al otro lado del camino, cerca de las edificaciones donde están las bombas de toma de agua potable para el municipio riojabajeño y de unas fincas de perales.
Allí depositaron al fallecido, entre dos coches patrulla para favorecer las labores de investigación de los profesionales, antes de ser recogido por la funeraria que trasladó al hombre al Instituto de Medicina Legal de La Rioja de Logroño.
El alcalde rinconero, Javier Martínez Llorente, se personó en el lugar hasta que la Guardia Civil desalojó a todos los presentes y se marcharon los bomberos, quedando sólo los agentes del instituto armado. El ramal del camino de las fincas de cultivos de frutales quedó cortado hasta aproximadamente las 15.00 horas.
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Según informó la Guardia Civil, al lugar de los hechos se trasladó un equipo de la policía judicial del cuartel de Calahorra para poder llevar a cabo la identificación del cuerpo. Por el momento no se ha informado del resultado de esta investigación y se desconoce tanto la identidad del fallecido como las causas que provocaron su muerte.
También se movilizó a los servicios de emergencias del Servicio Riojano de Salud, de manera preventiva.
En Rincón de Soto esta situación ha traído a la memoria de sus vecinos otro suceso dramático ocurrido hace poco más de dos años, cuando el 7 de junio de 2022 murió un niño de 13 años. Había ido al Ebro con unos amigos con la bicicleta para bañarse y desapareció. Fue encontrado en el fondo del río, ahogado, al día siguiente, en una zona conocida como 'La presa de Milagro' donde se montó un operativo de búsqueda.
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