Un amplio operativo de la Guardia Civil registra las propiedades de un vecino en Nalda

Durante al menos dos momentos la Guardia Civil introdujo a un perro en la bajera para registrar la propiedad de un hombre de unos 60 años, que reside en la parte superior con sus ancianos padres. La operación causó gran sorpresa en el pueblo puesto que la familia está bien considerada. El hombre, del que no ha trascendido si ha sido detenido, es hijo único y está prejubilado por invalidez tras un accidente laboral.

Aficionado a la caza, cuenta con un terreno a la entrada del pueblo, junto a la LR-440, con un terreno de huerta y numerosos animales enjaulados, como palomas y codornices. Según algunos vecinos, recientemente un águila cayó herida en su propiedad y, desde entonces, también la cuidaba. Los padres del hombre permanecieron en todo momento en la casa, asomándose ocasionalmente a la ventana.

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Después del registro en la bajera, que duró siete horas, el dispositivo se trasladó al terreno agrícola, donde el hombre, que fue trasladado por los agentes en un vehículo de la Guardia Civil, abrió él mismo la puerta, mostrándose colaborativo en todo momento. Tras menos de una hora de nuevo registro, el operativo, apoyado por agentes del cuartel de la Guardia Civil de Nalda, se disgregó pasadas las 15.00 horas. En la huerta también intervino el perro de la Unidad Cinológica de la Guardia Civil, un pastor belga malinois, raza que suele especializarse tanto en la búsqueda de desaparecidos como en sustancias tóxicas, ya sean drogas o productos fitosanitarios empleados como cebos ilegales.