Los acusados del brutal asalto en Entrena aceptan 9 y 2 años de cárcel

Todas las partes y los acusados han aceptado un acuerdo que se sustancia en nueve años de cárcel para el hombre de 30 años (había dos menores implicados que han sido juzgados en otro proceso) por robo (cuatro años y 2 meses de prisión) y por dos delitos de lesiones (2 años y cinco meses por cada una de las agresiones a los ancianos). Por su parte, la mujer a la que se le pedía, antes de la vista, la misma pena que para el otro encausado, ha sido condenada a dos años de prisión por el robo. Se ha tenido en cuenta que ella no entró en la vivienda ni participó en la paliza a los ancianos, aunque sí que acudió a la vivienda conduciendo una furgoneta y conociendo el plan de sus cómplices.

Esta mujer, de 26 años, no deberá entrar en prisión, aunque condicionado a no delinquir en los próximos cinco años (su defensa trató de rebajar este plazo hasta dos o tres años, pero las acusaciones y los magistrados han tenido en cuenta la gravedad de los hechos para ampliar ese plazo).

En cuanto al aspecto económico, el hombre ya condenado deberá abonar 11.000 euros a la anciana agredida y 25.000 euros a los familiares del varón también golpeado y maniatado y que falleció unos meses después del asalto. Solo deberán pagar solidariamente 2.547 euros a la aseguradora por los daños causados en la casa de Entrena.

Los hechos juzgados este lunes se remontan al 1 de octubre de 2022, cuando los ya condenados, junto a dos menores (que entonces tenían 14 y 15 años y todos pertenecientes a un clan familiar asentado en Albelda), acudieron a Entrena en una furgoneta para irrumpir en la casa donde vivían un hombre de 88 años y una mujer de 79. Tras buscar el mejor momento (cuando el hombre abandonó su vivienda), los dos menores se debían encargar de entrar en la casa mientras que la encausada aguardaba en el vehículo y el otro acusado rondaba la calle.

Los dos adolescentes llamaron al timbre y cuando la víctima abrió la puerta, se abalanzaron sobre ella al grito de «usted nos va a dar los millones porque si no nosotros la matamos». Y ahí comenzaron puñetazos y golpes con un objeto contundente para silenciar los gritos de auxilio de la señora.

Pocos minutos después de la irrupción de los menores en el domicilio, el otro habitante del mismo regresó. El acusado que esperaba en la calle embozado lo metió con violencia al interior, lo tiró por las escaleras y comenzó a golpearle al grito de «la llave de la caja fuerte o si no te mato». Eso buscaban: una caja fuerte que supuestamente debía contener «millones» pero que se encontraba en desuso. Después de una hora de paliza, todos se dieron a la fuga, que acabó abruptamente para los imputados cuando fueron descubiertos por la Guardia Civil escondidos en Asturias cinco semanas después de los hechos.