La subida del precio del combustible encarece el de las clases prácticas

Las ayudas fueron preferentemente para los transportistas, pero el decreto del Ministerio de Transportes no incluyó a las autoescuelas y estas no se pudieron beneficiar de la reducción efectiva del precio del carburantes. Para el presidente de la Asociación de Autoescuelas de La Rioja (ARAE), esta escalada de precios es una presión añadida para el sector. «Lo llevamos muy mal –reconoce José Antonio Rodríguez–, pero al final ya nos acostumbramos a ver los tres dígitos del surtidor cuando llenamos el depósito de los vehículos que utilizamos para dar las clases».

Para frenar la escalada de precios, las autoescuelas reclaman su inclusión en el paquete de medidas aprobadas por el Ejecutivo, que se reduzca el IVA de los carburantes y ayudas directas que beneficien a todos los sectores implicados. «Esto es algo que llevamos peleando desde hace tiempo», recuerda el presidente de ARAE. «Seguiremos apoyando a nuestros compañeros de la asociación a nivel nacional en su reclamaciones al ministerio», asegura.

Esta subida de los carburantes ha obligado a algunas autoescuelas riojanas a elevar las tarifas de las clases prácticas de conducción. «Se trata de una subida de uno o dos euros, según la autoescuela», asegura Rodríguez. Generalmente, un alumno hace una media de 20 o 30 clases prácticas. Ya no es como antes, avisa Rodríguez, porque hace unos años un futuro conductor podía presentarse al examen práctico después de haber tomado unas 10 clases. «Todo ha cambiado mucho. El tráfico de las ciudades es más estresante y más complicado y la prueba práctica, que son 25 minutos, es cada vez más exigente», señala. Si a esto añadimos las clases teóricas y las tasas de los exámenes, sacarse el carné de conducir puede salir por 1.000 euros. Generalmente, los centros ofrecen paquetes cerrados que incluyen las clases teóricas, prácticas, tasas de tráfico y los exámenes psicotécnicos.