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Como moneda de cambio para no bloquear la tramitación de los Presupuestos Generales del Estado del 2018 en las Cortes, el PNV ha hecho valer la influencia de sus cinco diputados arrancando al Gobierno central un incremento de las pensiones para este año y el ... 2019 vinculada al comportamiento de los precios. Esa medida beneficiará a los 68.736 riojanos que al 1 de marzo, último dato publicado por la Seguridad Social, cobraban una prestación contributiva en la región.
Según los términos del acuerdo, las nóminas de los pensionistas subirán con carácter general el 1,6% este año y otro tanto el próximo ejercicio (en línea con las estimaciones de variación del IPC ese año). La subida mensual por pensión en La Rioja (teniendo en cuenta el importe de la prestación media) será de 14,5 euros, lo que incrementará en 14 millones de euros adicionales la factura anual que representa el pago de las pensiones en la comunidad y que el año pasado superó los 867 millones de euros distribuidos en doce mensualidades más dos pagas extraordinarias.
Una parte de este coste ya está incorporado en el anteproyecto que ayer salvó las enmiendas a la totalidad en el Congreso gracias a los votos de los nacionalistas vascos, puesto que recoge la revalorización del 0,25% (la subida aplicada desde el 2013 tras la reforma del sistema) y un alza adicional para las pensiones mínimas del 3%, incremento que ya se había consensuado con anterioridad con Ciudadanos. Este pacto también incluyó mejoras para las prestaciones de viudedad más modestas, de forma que pasarán de suponer el 52% de la base reguladora al 54%. Ahora bien, aun aplicándose las mejoras acordadas con los de Rivera, el grueso de la partida será gasto extraordinario que pesará sobre las cuentas del Ejecutivo y le obligará a modificarlas para cumplir con los compromisos de déficit. Además aún falta por conocerse cómo prevé el Ejecutivo sufragar el aumento del gasto en pensiones. A priori, dos: recortando otras partidas o elevando la presión fiscal.
La necesidad ineludible del apoyo del PNV para aprobar los Presupuestos, pero también, la presión de la oposición y, sobre todo, la de los pensionistas que han tomado las calles en los últimos meses, explican la renuncia del Gobierno a una de sus líneas rojas. El Ejecutivo se ha avenido a volver a ligar la revalorización de las pensiones al IPC, al pactar elevar las prestaciones con carácter general el 1,6% en el 2018 y en línea con la inflación prevista en el 2019 (la primeras estimaciones que se barajan también rondan el 1,6%). Y lo ha hecho saltándose el principio de acuerdo alcanzado en el Pacto de Toledo (comisión del Parlamento nacional que trata los temas de pensiones y las recomendaciones sobre su reforma), para que los precios vuelvan a ser un elemento primordial para el cálculo de las prestaciones, aunque incluyendo otros factores como el PIB (comportamiento de la economía nacional) y los salarios.
El incremento del 1,6% se hará efectivo en cuanto los Presupuestos sean aprobados y entren en vigor. Tendrá carácter retroactivo, así que los beneficiarios recibirán las cuantías pendientes desde enero. Con carácter general, y atendiendo a que el importe de la pensión media en La Rioja asciende a 909,17 euros mensuales, la revalorización supondrá que la nómina suba a 923,7 euros, que serán 938,5 euros en el 2019 si se confirma el alza del 1,6% (dependerá del IPC definitivo y real).
Si el análisis se centra en las pensiones de jubilación, que son las que copan seis de cada diez prestaciones (en números absolutos, 45.692), el importe medio mensual pasará este año de 1.023,3 a 1.039,7 euros, y en el 2019 a 1.056,3 euros.
Además del incremento de las pensiones, el acuerdo arrancado por el PNV pospone hasta dentro de cuatro años la entrada en vigor del denominado 'factor de sostenibilidad'. Esta fórmula, que ajusta las prestaciones de los nuevos jubilados a la evolución estadística de la esperanza de vida, se incluyó en la reforma del sistema aprobada en solitario por el PP en el 2013. El nuevo indicador debía ponerse en marcha en enero del próximo año, pero tras el acuerdo con el PNV, no lo hará hasta el 2023. Este mecanismo corrector reducirá la prestación de los nuevos pensionistas entre el 0,5% y el 0,7% menos al vincularse automáticamente a la esperanza de vida del país en ese momento. El recorte será acumulativo por lo que los que se retiren en el 2020 tendrían una merma del 1%.
Para la Coordinadora Riojana por la Defensa del Sistema Público de Pensiones, la subida del 1,6% es «una medida de urgencia, claramente insuficiente», porque sólo prevé la actualización conforme al IPC para este año y el siguiente. «Así que esto es pan para hoy y hambre para mañana», indicó ayer a este diario una de las portavoces del colectivo Marisa Martínez, quien reconoció que el incremento «está bien, pero no va a servir de mucho». A su juicio, el aumento «es consecuencia de las manifestaciones de los pensionistas y, por tanto, un intento de acallar nuestras protestas, sobre todo por las que se vivieron en Bilbao». «Pero vamos a seguir saliendo a las calles, porque la mayoría de nuestras demandas no se han atendido», avisa. En concreto, Martínez se refiere a «recuperar la edad de jubilación a los 65 años, recoger las pensiones como un derecho constitucional incluyéndolas en los Presupuestos Generales del Estado de cada año y derogar las reformas acometidas en el 2011 y en el 2013». Las próximas movilizaciones se celebrarán el sábado, 5 de mayo: una manifestación en Logroño y sendas concentraciones en Haro y en Nájera.
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