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Lucas, junto a sus padres Ángel y Conchi. :: avelino gómez
Una sonrisa que no para de crecer

Una sonrisa que no para de crecer

El pequeño Lucas, cuyo padre es natural de San Asensio, lucha por superar el síndrome de Angelman | El niño es a sus 18 meses uno de los 240 afectados en España por una de las catalogadas como enfermedades raras cuyo tratamiento requiere una atención específica

Teri Sáenz

Logroño

Domingo, 25 de noviembre 2018, 16:08

«Cada chiquillo es un mundo». La frase se repetía cada vez que los padres de Lucas acudían a la consulta del pediatra barruntando que algo no iba bien en su evolución. «No se sentaba, le costaba guardar el equilibrio e iba retrasado en otros ... aspectos que el resto de los niños de nueve meses ya tenía desarrollados», rememora su padre Ángel, un riojano nacido en San Asensio que hace tres años se trasladó a Miranda de Ebro por motivos laborales. Tampoco el oculista, al que recurrieron por si todo se debía a alguna dificultad en la vista, apreciaba en el estrabismo del crío una causa razonable para su situación. Como explica, sólo hay algo peor que ser consciente de que a tu propio hijo le sucede algo: no saber el qué.

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