La sombra de una tránsfuga

La segunda pieza del dominó cayó cuando Romero fue desterrada del Grupo Mixto, que hasta entonces compartía con su socia/enemiga Henar Moreno (IU). Se convirtió entonces doña Raquel en «diputada no adscrita», un espíritu libre aunque peor pagado, de escasísimas intervenciones parlamentarias pero de probada eficacia a la hora de apretar el botón del sí.

La nueva situación de Romero provocó que la coalición gubernamental perdiera su mayoría en la Junta de Portavoces, el órgano parlamentario en el que están representados todos los grupos y cuyas decisiones, según la ley, se adoptan «en función del criterio de voto ponderado». Su acuerdo es necesario para organizar la actividad de la cámara y el orden del día de los plenos. Desde entonces, el PSOE se viene quejando del «bloqueo» que, a su entender, practican PP y Ciudadanos y que «ha impedido el normal desarrollo» de las sesiones.

La última pieza de este dominó está a punto de caer y promete hacer mucho ruido. El pasado 23 de diciembre, PSOE e IU presentaron en la Cámara una propuesta de reforma del Reglamento que pretende despojar de toda función relevante a la Junta de Portavoces. Si, como es previsible, triunfa la propuesta de la mayoría gubernamental, la Junta quedará reducida a un órgano meramente consultivo, sin relevancia real. De esta manera, será el propio presidente del Parlamento, de acuerdo con la Mesa, el que determine el orden del día de los plenos «oída» la Junta de Portavoces. En la Mesa, el bloque gubernamental sí que conserva su mayoría.

El portavoz popular en el Parlamento, Jesús Ángel Garrido, reveló este martes el contenido de la reforma y denunció la pretensión de Andreu de «puentear» a la Junta de Portavoces: «Ante la dificultad para sacar adelante sus proyectos de ley y su incapacidad para llegar a acuerdos políticos más allá de su relación con la tránsfuga y con lo que queda de Unidas Podemos, Andreu quiere cambiar unilateralmente el Reglamento. El Ejecutivo no puede ser quien determine y condicione la actividad parlamentaria. Legislar a la carta para beneficiarse en primera persona es corromper la democracia. El Reglamento no puede reformarse para resolver el problema político que Andreu tiene por apoyarse en una tránsfuga», criticó Garrido.

Para el PSOE, sin embargo, la medida trata de «desbloquear» la situación y «devolver la normalidad» al Parlamento de La Rioja. «El PP y Ciudadanos nos han dejado sin plenos en el mes diciembre –apostilló el portavoz socialista, Raúl Díaz–. Este bloqueo no puede ser sostenido. Los órganos rectores del Parlamento son el presidente y la Mesa, no la Junta de Portavoces». Para el PSOE, la Junta tiene la función de «ordenar los debates y hacer saber a los órganos rectores del Parlamento las iniciativas que se van a debatir, pero no la de impedir que se celebren, que es lo que hoy en día están haciendo PP y Ciudadanos de forma reiterada».

Sus explicaciones no convencieron a la portavoz de Ciudadanos, Belinda León, que señaló que esta reforma solo pretende «anular la legitimidad y vaciar de contenido la Junta de Portavoces para seguir imponiendo su rodillo legislativo mientras Raquel Romero sustenta el circo a costa de todos los riojanos».