Adolfo Suárez Illana (Madrid, 1964) vuelve a la primera línea política como mano derecha de Casado en la lista a las generales por Madrid. Heredero de la concordia de la que su padre fue icono en la Transición, el dirigente popular ha aprovechado su ... visita a La Rioja para espantar el temor a los sondeos, reivindicar los valores del PP y zanjar polémicas como la suscitada por sus declaraciones sobre el aborto.
–¿Es ver razonable el ofrecimiento de Cs a un virtual Gobierno de coalición el reconocimiento del PP de que ha perdido la hegemonía que disfrutó en su día y sale el 28-A a por el resultado menos malo?
–El planteamiento es el que hizo el PP antes. Articular algún tipo de alianza en aquellas provincias donde era muy peligroso ir por separado porque restaba posibilidades al bloque de centro derecha. Pero eso no se aceptó. Sorprende que sea ahora, cerrado ya el plazo para la presentación de candidaturas, cuando Rivera ofrezca ese pacto que ya le propusimos y dijo rotundamente no. El pacto que toca ahora es con los ciudadanos y en torno al PP, que es el único que de verdad puede garantizar ganar al PSOE. La elección es muy simple en esta ocasión, porque sólo hay dos personas que pueden llegar a la Moncloa: Pedro Sánchez o Pablo Casado. Así solo cabe votar a Casado para echar a Sánchez, aunque no se esté de acuerdo al 100% con el PP, porque la papeleta que no recibamos irá en beneficio del PSOE.
–Pero lo que auguran las encuestas es un rearme del PSOE y la probabilidad de que Sánchez no tenga que mudarse de la Moncloa.
–Yo no las leo así. Lo que observo es que hay una mayoría que quiere sacar a Sánchez del Gobierno. Otra cosa es ser capaces de catalizar esos casi 12 millones de votos que quieren verlo lejos de La Moncloa. El problema es que esa intención está dividida en tres opciones, pero si el PP es capaz de agrupar a todos esos electores se conseguirá el objetivo. La oportunidad está ahí.
–¿Qué ha hecho mal el PP para que esas papeletas que antes aglutinaba se hayan disgregado?
–Seguro que cuando un partido pierde parte de sus apoyos ha cometido algún error, pero no es cuestión de autoflagelarnos a puertas de las urnas. Hay cosas que quizás no se han hecho bien, reconocerlo, pedir disculpas y seguir adelante. Dicho esto, también hay curiosidades, como que se hable de tres derechas incluyendo a Cs, que es un partido socialdemócrata de centro izquierda....
–¿Centro-izquierda? Hace tiempo que se define como liberal.
–Si lee sus propuestas sigue siendo socialdemócrata, con independencia de como quiera denominarse ahora. Respeto mucho esa posición ideológica, pero es llamativo colocar a Cs en la derecha cuando ni está ahí ni es una alternativa al PP. Por otro lado, sí es un hecho que ha emergido una extrema derecha que estaba latente, y ante ese escenario nuestro partido sólo tiene una meta:volver a ilusionar a nuestros votantes y recuperar el espacio perdido.
–¿Cómo se consigue satisfacer a unos sin defraudar a otros?
–El PP tiene una raíz sólida que es el centro derecha, y esos principios no cambian. Otra cosa es que ampliemos las bases por un lado y por el otro para conseguir esos en torno a 12 millones de votos que son precisos para gobernar. Obviamente no todas esas personas piensan igual y hay que intentar aglutinarlas en torno a un proyecto que, aunque como le reitero no pueda llegar a ser compartido de forma absoluta, sí sea estimulante para prestarle el apoyo y poder llegar a La Moncloa.
–¿Se incardinan en ese propósito posiciones respecto al aborto como las que usted defiende y que compiten con parte del discurso más extremista de Vox?
–No es así. El PP ha dicho por activa y por pasiva que pretende hacer una ley de apoyo integral a la maternidad que pasa por apoyar a todas las mujeres que quieren ser madres, que tienen problemas, que están en riesgo... Facilitarles todas las ayudas posibles del Estado para llevar a término su embarazo. Eso es lo que defiende el PP. No hay más.
«El PP ha dicho por activa y por pasiva que pretende hacer una ley de apoyo integral a la maternidad que pasa por apoyar a todas las mujeres que quieren ser madres»
–Pero usted ha llegado a afirmar que los neandertales también usaban el aborto. ¿Es una reflexión personal o compartida por el PP?
–Eso nunca lo ha defendido del PP. Es una cuestión que he rectificado y está absolutamente zanjada. No merece la pena entrar ahí.
–¿Estaría el PP dispuesto a alcanzar algún tipo de pacto con los nacionalistas para lograr la meta de desbancar al PSOE?
–¿Me hace en serio la pregunta?
–Por supuesto. Aznar alardeaba de hablar en la intimidad el mismo idioma que la cúpula de CiU y tanto PP como PSOE no han dudado en plegarse a los nacionalistas cuando han precisado su apoyo.
–El PSOE era hace unos años un partido distinto, más razonable. Con aquél se podía llegar a algunos acuerdos, pero con el actual desde luego que no. No le digo ya con ERC o el PDeCAT, que están instalados en el separatismo más absoluto.
«El PSOE era hace unos años un partido distinto, más razonable. Con aquél se podía llegar a algunos acuerdos, pero con el actual desde luego que no»
–¿Y acuerdos con el PNV?
–El PNV es un partido cuya palabra hay que tomar con cierta cautela porque un día te dice sí y al siguiente que no. El pacto fundamental que debe hacer el PP es con los ciudadanos e ilusionar a esos más de 12 millones de votantes a los que aludo.
–¿Será el Gobierno alcanzado en Andalucía a tres bandas el banco de pruebas de lo que pueda replicarse a nivel nacional e incluso autonómico tras el 26M?
–El PP sale a ganar. Luego llegarán las elecciones y, en función de los resultados que arrojen las urnas, veremos si podemos gobernar en solitario o acudir a pactos con otros partidos. Lo que hemos demostrado es que somos capaces de dialogar con formaciones de diferente signo y lograr acuerdos que son perfectamente explicables, transparentes y asumibles por una inmensa mayoría.
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.