

Secciones
Servicios
Destacamos
L. R.
Domingo, 15 de septiembre 2024, 08:19
Veinte periodistas y escritores han aceptado el reto que les plantea la segunda edición de Palabra con Futuro, un proceso participativo en el que redactores y lectores de diario LA RIOJA eligen el vocablo que ha tenido un especial protagonismo en el último año y que merece perdurar por encima de otros. En esta ocasión, la lista de voces aspirantes a Palabra con Futuro 2024 la integran veinte términos y los lectores podrán votar por su favorito en la web del periódico (larioja.com) desde hoy, 15 de septiembre, hasta el día 29 del mismo mes.
¿Qué es una Palabra con Futuro? El criterio es flexible. Puede ser un neologismo que se ha impuesto con rapidez y tiene visos de quedarse; una voz en castellano que puede sustituir con propiedad a un anglicismo de moda; una expresión que resume lo más noticioso del año; una palabra que ha triunfado claramente en el habla y que la Academia aún no admite; un término que siempre nos ha parecido afortunado y queremos destacar porque hay una oportunidad para ello que justifica su rescate o promoción; una voz de raíces castellanas o ya existente en el idioma que adquiere una nueva acepción porque los hablantes le han dado un uso distinto.
Noticia relacionada
La palabra ganadora se dará a conocer el próximo 23 de octubre, durante la primera jornada del foro Futuro en Español que organiza en Logroño diario LARIOJA. El periódico publicará, como en la primera edición, un libro ilustrado por Manuel Romero en el que se recogerán los veinte relatos cortos que estarán inspirados en el vocablo ganador. Además, en diciembre la web ofrecerá una serie de pódcast con las historias narradas.
El año pasado los lectores se inclinaron por 'chetar', un verbo que nació entre los aficionados a los videojuegos y cuyo significado está a caballo entre «hacer trampa» y «estar dotado de ventajas sobresalientes».
Los periodistas de LARIOJA han elegido para esta convocatoria de 2024 veinte términos que han sobresalido a lo largo del último año por diferentes motivos, y ahora los lectores tienen la última palabra para escoger la única que dará título al nuevo libro de la colección y que los veinte creadores invitados a participar convertirán en clave de sus tramas.
En las próximas semanas, diario LARIOJA revelará los nombres de los autores, diez mujeres y diez hombres, que han aceptado participar en el proceso antes de conocer el vocablo ganador. Varios de ellos repiten experiencia después de la primera edición de Palabra con Futuro y el resto se aventura por primera vez en este ejercicio literario colectivo. Están todos expectantes y pendientes de la decisión de los lectores.
Las palabras que figuran en la lista de 2024 son: amnistía, baraja, bicigrino, carta, 'cuidadanía', cisco, contención, embarrar, filfa, 'gastrojeta', glosa, inmigrante, mediador, odiador, polarización, sequía, sóleo, tripledemia, tractorada y virgulilla.
Sin duda, una de las palabras más oídas y escritas durante los últimos meses debido a la actualidad política por las exigencias de los independentistas para apoyar la investidura de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno. Y por el impacto social y político que ha tenido el pacto para amnistiar a los implicados en el 'procés'. La estabilidad del Ejecutivo y la convivencia social han estado marcadas por ese acuerdo, que tampoco estaba cerrado cuando se adoptó.
El DLE ofrece diferentes acepciones para el término: «Conjunto completo de cartas empleado para juegos de azar», «Gama amplia de posibilidades u opciones..., y, con la aclaración de que está en desuso, «Riña, contienda o reyerta entre varias personas». El colectivo Historia de Viguera hizo público en julio un comunicado que podemos resumir así: La palabra 'baraja', conocida por todos como sinónimo de riña o pelea, tiene un origen sorprendentemente riojano. (...) Según los registros históricos, la primera referencia se encuentra en los fueros de Viguera, aproximadamente del año 1120. El texto dice: «Si los villanos barajasen et se feriesen, puede el seinnor sí quisiere facerles firmar tregoas de Caynnos.» Este uso temprano de «baraja» en el contexto de una pelea o riña revela su profundo arraigo en la historia de la región. Además, (...) «la relación entre «baraja» y «desbarajuste» evidencia que, desde que comenzaron a usarse los naipes, estos fueron causa de riñas, dando lugar a que se llamara «baraja» a la colección de cartas (...)». Se reivindica una palabra de uso extendido que con la acepción de 'riña' podría tener un origen riojano.
Aunque no está aceptada por la Real Academia, es una voz que se ha extendido en los últimos años entre las personas que, como indica el acrónimo, realizan el Camino de Santiago en bicicleta. Hay ya varios grupos con esta denominación en redes sociales (Facebook, Instagram, X, etc.), que cuentan con miles de seguidores. La propia Fundéu RAE ya lo significó en su blog como término que llama la atención.
Ahora que somos ciudadanos digitales, decae al mínimo el uso de ese «papel escrito, y ordinariamente cerrado, que una persona envía a otra para comunicarse con ella». Ahora apenas encontramos en el buzón cartas con facturas, balances, avisos de cobro, citas médicas, resultados de analíticas, multas de tráfico o reclamos publicitarios. Pero una carta a la ciudadanía enviada por el presidente del Gobierno, eso sí, a través de redes sociales, mantuvo al país en vilo durante cinco días, porque Pedro Sánchez amagaba con dimitir y no reveló que se quedaba hasta después de ese retiro con el que acabó el 29 de abril de 2024. Abonado a este formato, el presidente envió una segunda carta por esa vía el 4 de junio, tras la citación judicial a su esposa.
Término con aspiraciones a ser reconocido que mezcla los conceptos de cuidado y ciudadanía (solo intercambia el orden de dos letras de este último vocablo), y que se utiliza en determinados ámbitos para referirse a las masas sociales que se dedican a cuidar de otros, sobre todo de los más vulnerables. Menta una filosofía de vida que consiste en tratar de prestarnos ayuda y atención los unos a los otros. Por ahora, aunque no es excluyente, está más ligado al colectivo de mujeres que al de hombres, porque desde los orígenes les tocó adoptar ese papel en mucha mayor medida que a los varones.
Más allá de «carbón vegetal menudo», como primera acepción en el DLE y «bullicio, reyerta, alboroto» como segunda (etiquetada como coloquial), la palabra cisco está muy enraizada en el acervo popular y se utiliza en numerosas construcciones. «¡Menudo cisco!». «La reunión acabó en cisco». «El perro ha hecho cisco el sofá». «Estoy hecho cisco». La RAE recoge 'hacer cisco algo o a alguien' como locución adverbial equivalente a 'hacer trizas', que a su vez significa «destruir completamente, hacer pedazos menudos algo». Este último uso también es corriente. 'Cisco' es castellano puro.
Las llamadas a la contención se suceden a diario en todo tipo de ámbitos y escenarios. Bélicos, políticos, económicos. La primera acepción de la RAE ya define el término como «acción y efecto de contener o contenerse». Sin embargo, no deja de ser curioso que el propio Diccionario recoja el vocablo con su significado en Derecho como «litigio trabado entre partes». Aún más, aunque haya caído en desuso, también como «contienda, disputa entre varios». Finalmente, como dato curioso, 'contención' también se contempla en psiquiatría: hace referencia al uso de medidas farmacológicas o físicas (sujeción, aislamiento) destinadas a evitar que el paciente se dañe a sí mismo o a los demás... Una clara apuesta por un término… y por una actitud.
Palabras como 'fango' y 'barro' han brotado con mucha frecuencia durante el último año de la boca de los parlamentarios, cargos públicos y cargos de partidos que se acusan entre sí de 'embarrar' el escenario político, de 'enfangar' las distintas campañas electorales o de moverse en el 'lodo'. Todo muy turbio y pringoso en la actual tesitura política. El DLE define 'embarrar' como «untar o cubrir con barro», «manchar con barro». En América, el verbo significa también «calumniar o desacreditar a alguien» y «causar daño, fastidiar». Estos últimos significados son más adecuados para describir lo que está ocurriendo en España por la poca altura moral y escasa talla dialéctica que demuestran muchos de sus representantes políticos. Mal ejemplo.
Significa, según el DLE, «Mentira, engaño, noticia falsa». Es un buen vocablo para referirse, con precisión y sin marginar el castellano, a todos esos fenómenos de información incierta o simulada que tanto daño hacen al periodismo y a la sociedad, sin necesidad de que nos invadan términos como 'fake news'. Nuestro idioma es rico también en ese campo: patraña, bulo, paparrucha, trola, embuste, engañifa… Y filfa, tan corta y sonora.
Personaje aficionado a comer y beber por la cara en los restaurantes. Sale del local sin pagar con cualquier excusa, argucia o disimulo. La palabra, utilizada incluso por la Policía, se puso en boga cuando fue bautizado así un individuo que fingió decenas de 'infartos' en Alicante para librarse de pagar sus suculentas consumiciones. No está en el Diccionario de la Lengua Española (DLE), pero es una palabra compuesta, correctamente formada según las reglas del castellano.
La reivindicación de La Rioja para que la Real Academia de la Historia ceda temporalmente las Glosas Emilianenses que tutela para su exhibición en San Millán de la Cogolla, su lugar de origen, ha traído de nuevo a la actualidad este viejo vocablo. 'Glosa' es la «explicación que se pone al margen como aclaración de un texto escrito». Pero la importancia cultural, lingüística e histórica que atesoran las anotaciones que escribió un monje del monasterio de Yuso en el Códice 60 allá por el siglo X hacen que la palabra 'glosa' tenga un significado mucho más emocional e identitario para La Rioja, muy presente en su pasado y, sin duda, en su futuro.
Según la RAE, simplemente «que emigra». Del latín «migrare», cambiar de residencia, con el prefijo «in», que indica una dirección hacia aquí, hacia nosotros: «El que vino de un lugar para establecerse en otro». Es palabra ya de presente y es futuro, porque el debate sobre los inmigrantes va a marcar sin ninguna duda el futuro más próximo y a medio plazo.
Otra de las palabras de moda en 2024, una vez más por la actualidad política. Por un lado, Junts exigió una figura de mediación (o verificación) en sus negociaciones con el Gobierno de PSOE-Sumar. Por otro lado, PSOE y PP necesitaron de un mediador de la UE, el comisario de Justicia, para poder de avanzar en sus acuerdos sobre la renovación del CGPJ bloqueada desde hacía cinco años.
La RAE lo deja claro. «Dicho de una persona: Que odia». Y la Fundéu despeja cualquier duda: «La alternativa odiador es preferible al anglicismo 'hater' para referirse a una persona que muestra continuamente su odio o rencor hacia alguien». Ya que se trata de 'especímenes' que, lejos de extinguirse, sobre todo en redes sociales, proliferan, llamémosles por su nombre: odiadores. Palabra de fuerza incuestionable y perfectamente descriptiva para los profesionales del odio sin tener que acudir a otro idioma.
Un término también espoleado en el uso por la coyuntura política. 'Polarizar', en el DLE, tiene dos acepciones vinculadas a esa realidad: «Concentrar la atención o el ánimo en algo» y «Orientar en dos direcciones contrapuestas». Pues así andamos en este país, enredados en contraponer o «poner una cosa contra otra para estorbar su efecto». El insulto, la persecución y la degradación dialéctica se solapan con la gestión y ensombrecen el debate en el Parlamento.
«Tiempo seco de larga duración», dice el DLE. Y, tal y como se comporta el tiempo, con signos cada vez más evidentes de cambio climático y amplios periodos sin apenas lluvia, 'sequía' está llamada a ser no solo una palabra muy presente, sino una palabra con futuro.
El «músculo especial» o incluso «mágico» lo han llamado este año, sobre todo desde que un estudio de la Universidad de Houston reveló que este órgano situado entre el talón y la corva de la rodilla tiene una enorme capacidad para activar el metabolismo y contribuir al adelgazamiento, la quema de grasas e insulina. Y activarlo es sumamente simple, se puede hacer sin fatigarse y sentado o sentada. Basta con levantar los talones y dejarlos caer de nuevo sin despegar la punta de los pies del suelo. Si se demuestra con la práctica la veracidad de la teoría, oiremos hablar del sóleo en el futuro.
Término compuesto a partir de las palabras triple y epidemia, que se ha utilizado con frecuencia en un duro arranque de año en lo que se refiere a la circulación de virus que afectan a las vías respiratorias y a sus consecuencias para la población y para el sistema sanitario, con una gran parte de ciudadanos afectada por uno o más de los tres patógenos circulantes en el mismo periodo: el de la gripe, el del covid y el VRS (Virus Respiratorio Sincitial).
No está en el Diccionario, pero es de uso común para referirse a las protestas de los agricultores y ganaderos que salen a las calles con sus tractores para hacerse oír y plantear sus reivindicaciones. Este año ha estado muy presente en los titulares de los periódicos.
En su primera acepción, el Diccionario de la RAE define el término como «signo ortográfico de forma de coma, rasguillo o trazo; por ejemplo, el apóstrofo, la cedilla, la tilde de la ñ, etcétera». En Matemáticas, por otra parte, se utiliza para indicar una cantidad aproximada o estimación. La palabra tiene su origen en las antiguas abreviaturas medievales españolas, en concreto se utilizaba para la unión de dos enes (nn) en una palabra. El DLE propone como sinónimos «acento, tilde, apóstrofo, cedilla»: por contra, virgulilla tiene entidad propia para no ser asemejada a dichas palabras. Así, el término se plantea como reivindicación, como 'símbolo de resistencia' de nuestro idioma frente al universo digital, que ha pretendido suprimirla (dominios web, correos electrónicos…). Nos sumamos así al «homenaje a la letra Ñ», que perfiló Victoria Martínez López en su libro homónimo publicado por Cilengua en 2014.
Publicidad
Cristina Cándido, José A. González y Sara I. Belled
Cristina Cándido y Álex Sánchez
Borja Crespo y Lidia Carvajal
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.