Uno de los socios iniciales de Emfrisa cree que Muñoz «no tenía arte ni parte en nada»

Ha reconocido que quien le propuso incorporarse al capital social de la mercantil riojana le dijo que «era ventajoso salirnos» así que «de la misma manera que no analicé demasiado cuándo, cómo y con quién entrábamos, nos salimos, vendimos las acciones, lo que no sé es quién realmente me compró». Sí ha recordado que hubo un «beneficio sustancioso». Había comprado 20.000 acciones por otros tantos euros y las enajenó por 100.000 euros.

En la misma línea ha declarado como testigo otra de las socias iniciales que participó en la mercantil invitada por el acusado A.G.R.. «Nos comentó que iba a montar esta planta y como en aquellos momentos se empezaba a oír a hablar nos pareció una buena oportunidad y nos metimos«. Tenía, ha señalado, una participación mínima, pero como la idea era formar parte de la primera fase y luego salirse, porque »no era nuestro objetivo«.

Otro de los socios primigenios, ha relatado que, al igual que la anterior, participó en la sociedad inicialmente después de que se lo propusiera A.G.R.. La filosofía era, según su versión, lograr las licencias, los permisos y la localización en la que ubicar el parque solar y luego buscar inversores que se hicieran cargo de las fases posteriores.

Con esa idea invirtió unos 6.000 euros, pero por desavenencias posteriores con A.G.R. dejó de participar activamente y puso sus acciones a disposición del resto de socios. Finalmente las adquirió A.G.R. quien «se portó muy generosamente» al comprar las acciones. En su caso, ha señalado, pudo obtener unos 24.000 euros por la operación.

Preguntado acerca de si escuchó si el proyecto iba a tener apoyo institucional de algún político, este testigo ha sido rotundo y no solo negó haberlo oído sino que además mientras estuvo él nunca hubo este apoyo.

La cuarta socia inicial que ha declarado este viernes, ha detallado cómo entró a formar parte del accionariado de Emfrisa, una sociedad a la que se incorporó porque se lo planteó uno de los socios de A.G.R. en Provif, quien además fue su apoderado en la constitución de la mercantil. De acuerdo con su relato, cree que éste le habría dicho en algún momento que el señor Muñoz "manejaba la empresa". No obstante, fue vaga en hacer esta afirmación que posteriormente ha desmentido él mismo durante su declaración por videoconferencia.

El Ministerio Público acusa al extitular de Hacienda de estafa, blanqueo de dinero y tráfico de influencias en la operación de traspaso de la sociedad Emfrisa y reclama cinco años y nueve meses de prisión y una multa de seis millones. Para la mujer de Muñoz, C.M.C., el fiscal reclama un pena de cuatro años de cárcel y más de 276.000 euros de multa por los presuntos delitos de estafa y blanqueo de capitales. Para A.G.R. reclama una pena de cinco años de cárcel y más de 276.000 euros de multa por los mismos delitos que la anterior y para A.G.C. y I.M.A. pide tres y dos años de cárcel y multa de 3.000 euros para el primero y de 2.400 para el segundo por una supuesta estafa. Demandan también que entre todos indemnicen solidiariamente a Bellomonte en más de 1,6 millones de euros.