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Snus blanco, snus sintético o bolsas de nicotina. Son tres maneras de llamar a un nuevo producto que ha entrado con fuerza en España y que ya se vende en algunos estancos de La Rioja. No contiene tabaco, se comercializa con diferentes sabores y ... desde algunas plataformas ya se ha instado al Gobierno a su prohibición. «Es una peligrosa moda», señalan desde nofumadores.org, desde donde se advierte de «la llegada de una inminente pandemia de adicción a la nicotina».
El snus clásico (también llamado marrón) se empezó a popularizar en Suecia, pero ese producto contiene tabaco y está prohibido en el resto de la Unión Europea. No ocurre lo mismo con el snus blanco, una moda que José Luis Rabadán cree que se va a generalizar entre la juventud del continente. «Es la siguiente generación a lo que había antes y creo que se va a ampliar su uso porque la industria tabaquera está detrás», apunta el médico. «Además están utilizando mucho las redes sociales, con influencers, con fotos en instagram...», apostilla el médico de ARAD (Asociación Riojana para para la Atención a personas con problemas de Drogas).
La plataforma nofumadores.org explica que se trata de un producto en una situación alegal y eso ha provocado que prolifere su venta. «Aun no conteniendo tabaco, no está exento de riesgo», se apuntilla. Una amenaza que, según Rabadán, viene dada por el alto poder de enganche que de la nicotina. «No en vano, es la sustancia adictiva del tabaco», señala el médico. «Y puede ser la puerta de entrada de muchos menores a empezar a fumar o a conocer otras formas de tabaco», añade.
En relación a esto, el facultativo avisa de la facilidad que pueden encontrar los menores para adquirir este producto. «En los estancos no van a poder comprarlo, pero en internet pueden hallar un montón de páginas de otros países en las que les bastará con darle al 'sí' cuando les pregunten si son mayores de 18 años», lamenta Rabadán. «No hay ningún control y de ahí viene el problema de que los menores se puedan hacer adictos a la nicotina y dependan de ella, bien en esta forma o bien con las próximas que salgan al mercado», destaca.
Todavía hay muchos estancos riojanos en los que el snus blanco no está disponible, pero otros sí que lo tienen a la venta. Un ejemplo es el de La Estrella. «Lo tenemos desde marzo, más o menos, y cada vez más gente lo compra», apunta María de Miguel. «Al principio no era muy conocido y ahora cada vez lo es más», apuntilla. El presidente de la Unión de Estanqueros de La Rioja, por su parte, apunta que en la región «aún se vende muy poco» y asegura que no goza, al menos de momento, del éxito de otros productos como los vapers. «No es un 'boom' como ese», certifica Jesús Ángel Calvo, al tiempo que sitúa el perfil del consumidor entre los 25 y los 45 años.
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De Miguel, mientras, explica que se comercializa con diferentes sabores («siempre frescos», apuntilla) y que mucha gente lo utiliza en lugares donde está prohibido fumar o incluso como paso previo para intentar dejar el tabaco. «Como hay diferentes intensidades, puedes ir disminuyendo la carga de nicotina poco a poco», cuenta. Preguntado por esto, José Luis Rabadán considera que puede resultar efectivo siempre que se haga de un modo adecuado y con control. «De nada sirve que alguien use una bolsa de nicotina en el cine y que al salir se fume un cigarro», insiste. «Hay que hacerlo muy bien porque la nicotina genera mucha adicción y para dejarla hay que pasar por un proceso de deshabituación muy importante», recalca el médico.
Además de por esa dependencia que se puede crear, Rabadán apunta que el snus blanco puede causar problemas en la boca. «Se pone en el labio superior, se absorbe, llega la nicotina a la sangre y eso acaba produciendo llagas», avisa. «Aparte de eso, no nos podemos olvidar de que la nicotina aumenta la frecuencia cardíaca y la tensión arterial y eso puede precipitar algún problema de salud mayor», apostilla el facultativo, quien alerta, para acabar, de que su bajo precio puede servir también como estímulo para que los jóvenes se lancen a su consumo. Así, por ejemplo, en el estanco de La Estrella, la caja con 20 bolsas cuesta 4 euros. «Así es posible que esto acabe poniéndose muy de moda», concluye Rabadán.
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