«Los siniestros son ahora mucho más virulentos y más repetidos»

– Cuatro de los últimos cinco años en la comunidad riojana han sido deficitarios para Agroseguro y lo será también este 2024. ¿Hay algún ejemplo histórico similar?

– No sabría concretar en los registros más antiguos, pero desde luego no es lo normal. Todos conocíamos años de sequía, también de heladas, de más o menos intensidad de tormentas, pero lo que está sucediendo en los últimos años es que viene todo junto. Las heladas, con mayor o menor intensidad se están produciendo prácticamente todas las campañas en La Rioja. Estamos viviendo años seguidos de sequía porque, aunque en algunas campañas llueve en otoño, luego llegan primaveras muy secas, lo que ha provocado altas siniestralidades para los cerealistas, y también hay muchos episodios de tormentas intensas. De hecho, si antes los pedriscos eran más habituales en los meses de verano, ahora los estamos teniendo en mayo e incluso en septiembre, cuando aún no ha terminado la vendimia. Ello hace que la siniestralidad esté aumentando de forma considerable y sin apenas tregua porque, si bien en 2022 las indemnizaciones bajaron, fue porque La Rioja esquivó heladas fuertes que sí afectaron a Aragón y Cataluña. Los eventos de este tipo son ahora más virulentos y agresivos y se repiten con más frecuencia.

– Los sindicatos agrarios se quejan de la subida de las primas. ¿Es consecuencia de la siniestralidad?

– En parte sí, pero también quiero dejar claro que Agroseguro es una entidad público-privada. Es decir, no somos una aseguradora convencional. Para nosotros, lo ideal es una situación de equilibrio, en la que las primas que se pagan sirvan para cubrir las coberturas de los daños. El problema es que en los últimos cinco años el ratio de siniestralidad/prima de riego es del 113% y esta campaña va a estar también por encima del equilibrio. De hecho, en 2023 alcanzamos casi el 173%.

– ¿Cómo acabará 2024?

– Por encima también de los 20 millones en indemnizaciones. A fecha 30 de noviembre teníamos ya contabilizados 21,5 millones, que sería la cifra más alta de la serie histórica reciente tras el récord de 2023. La viticultura sobre todo, por daños de heladas y de pedrisco es la más afectada, pero también los herbáceos por la sequía, y las frutas, con lo que volveremos a cerrar por encima del equilibrio técnico.

– ¿Han crecido los niveles de aseguramiento?

– Sí. Es normal porque ahora mismo no hay cultivo que no esté en riesgo. Cerramos el pasado 20 de diciembre, los seguros de uva y de herbáceos de otoño, que son los más completos, y las contrataciones, a falta del recuento definitivo, van creciendo o en línea con las del año anterior. La tendencia ya desde años atrás es de crecimiento en general tanto en la superficie asegurada como en el capital porque sin seguro, tal y como están las cosas, se pone incluso en riesgo la continuidad de la actividad agraria.