
J. C. B.
Miércoles, 7 de septiembre 2022, 02:00
La conflictividad laboral en La Rioja puede ponerse de manifiesto a partir de octubre. «Ahora, hasta que no pasen los 'sanmateos', la actividad en ... las empresas, sobre todo de Logroño, no está a pleno rendimiento. Pero el otoño puede ser duro y complicado», alerta Juan Carlos Alfaro, secretario general de la Federación de Industria, Construcción y Agro (FICA) de UGT de La Rioja. En la industria de la automoción, las empresas de la comunidad dependen de los fabricantes «y cuando ellos cogen un pequeño catarro, nosotros entramos en pulmonía».
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Todavía el diagnóstico no refleja esa gravedad pero hay «riesgos evidentes» de que la enfermedad se agudice en forma de «despidos. Y por ahí no vamos a pasar. Son líneas rojas que tenemos ambos sindicatos. El empleo hay que preservarlo en todo momento. Si se consiguió en pandemia, que es algo que esperamos no vuelva a suceder, con más motivo hay que lograrlo ahora», asevera Rodrigo Alfaro, secretario general de industria en CCOO en La Rioja.
Los ERTE en Standard Profil e IAC Group «son los únicos abiertos ahora mismo en el sector», coinciden ambos representantes sindicales, pero no descartan que otras plantas tengan que recurrir a esta herramienta. «No tenemos problemas de falta de materias primas, a pesar del encarecimiento en los últimos tiempos, pero sí una dependencia importante de los constructores de coches», explica Rodrigo Alfaro.
Plantas como Stellantis en Figueruelas (Zaragoza) –la antigua Opel– o Volkswagen en Landaben (Pamplona) son buenos clientes de la industria auxiliar riojana. «Pero también exportamos a otras fábricas, un aspecto importante, para tener diversificado el negocio», añade.
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Aunque, en líneas generales, el sector de la automoción sufre en casi todas las partes del mundo. «Y no trabajan con estocaje, sino que fabrican en función de los pedidos. Así que estamos supeditados al funcionamiento que tengan», reconoce Juan Carlos Alfaro.
La línea roja del mantenimiento del empleo a la que aludía el responsable de CCOO no es la única entre los sindicatos. Existe otra a la que atribuyen la misma importancia: que las subidas salariales vayan ligadas al incremento del IPC.
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«En los convenios que haya que negociar es lo que vamos a trasladar con firmeza. Es cierto que a las empresas les están subiendo mucho los costes de energía o de las materias primeras, pero no hay que olvidar que los precios se están incrementando a todos los niveles y eso lo nota la clase trabajadora cuando sale de la fábrica, la oficina o el comercio. Las subidas de sueldos, por lo tanto, también se deben contemplar», concluye Rodrigo Alfaro.
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