Alicia Aliende, responsable del Centro Asesor de la Mujer, conversa con Patricia Campos Castillo, coordinadora de la red de alojamientos de mujeres víctimas de violencia de género, en uno de los pisos que gestiona Cruz Roja. JUSTO RODRÍGUEZ

«Yo ahora me siento una mujer diferente, sin miedo y con ganas de salir adelante»

María vive con su hijo en uno de los pisos que gestiona Cruz Roja para mujeres víctimas de la violencia de género

Domingo, 22 de diciembre 2024, 17:18

Llegó hace cinco meses a la red de alojamiento para mujeres víctimas de la violencia de genero, que en La Rioja dispone de 61 plazas. Con su hijo de una mano y el equipaje repleto de terror, María aterrizó en el recurso destrozada por un ... monstruo que fingió quererla, pero que la hundió en un infierno de maltrato psicológico al que arrastró también al pequeño.

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Cuando empezaron los golpes, María logró despertar de la pesadilla y hallar fuerzas para pedir ayuda. «Nos trataba mal, nos humillaba, nos dejaba en la calle sin llaves... Un día me pegó y me intentó estrangular, mi hijo trató de defenderme y le golpeó. Esa fue la gota que colmó el vaso y llamé a la policía. Yo no sabía que había estos recursos, que son para nosotras un hogar. Yo me siento muy agradecida y mi hijo está también feliz. Yo ahora me siento una mujer diferente, ya no tengo miedo y sí muchas ganas de salir adelante», arranca su relato.

Gracias al servicio ha conseguido tener una formación, un trabajo y su hijo avanza con éxito en sus estudios. «Yo estoy muy agradecida, les debo todo, al 100%, si no hubiera existido este servicio de acogida no sé qué habría sido de nosotros, no sé dónde estaría. ¿Tal vez muerta? Pues igual sí porque sin ayuda, tal vez el miedo de irme a la calle sola con mi hijo, lo que me hacía más vulnerable, me habría llevado a aguantar todo y a no denunciar», asegura, para añadir que «aquí tenemos mucho compañerismo, nos ayudamos mucho entre nosotras, porque el trabajo de las profesionales es importantísimo, pero también te sirve de mucho convivir en un hogar con mujeres que han pasado o están pasando por lo mismo que tú».

Por desgracia, el drama no cesa y los recursos suelen rozar siempre la ocupación total pese al refuerzo de plazas previstas. «La red de alojamiento dispone de 61 plazas, 29 de ellas, en tres pisos, para el servicio de emergencia, para los casos en que la vida de la mujer corre peligro o existe cualquier circunstancia de vulnerabilidad, y el de atención integral; otras 16 en dos pisos de tránsito, para aquellas usuarias que aún necesitan intervención profesional y un alojamiento; y 16 más en otras dos casas para mujeres gestantes y para madres con hijos menores de 3 años, que son muy vulnerables, y donde se les ayuda a incorporarse a la sociedad y a dotarlas de habilidades», concreta Alicia Aliende, responsable del Centro Asesor de la Mujer, quien detalla que el área cuenta con la labor de más de cuarenta profesionales. «Es una atención integral con trabajadoras sociales, psicóloga, coordinadora, gobernantas, que se ocupan de las tareas del hogar y de encauzarlas en estas labores; hay educadoras, auxiliares técnicas educativas...», enumera.

«Llegan con desconfianza, inseguridad, miedo, trauma... Todo eso se trabaja con ellas y los hijos»

Patricia Campos

Coordinadora de los pisos que gestiona Cruz Roja

«Llegan con miedo, desconfianza, inseguridad, trauma... Todo eso hay que trabajarlo con ella y con los menores, que son también parte muy fundamental del proyecto», aclara, por su parte, Patricia Campos Castillo, coordinadora de la red alojamientos de mujeres víctimas de violencia de género que gestiona Cruz Roja.

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«Lo primero es brindarles un espacio seguro y de confianza y después vamos trabajando con ellas en rutinas y en el día a día como si fuese una casa de acogida, que es como si fuese nuestro hogar. Se hacen las tareas, colaboran con la gobernanta en las listas de la compra y en organizar las comidas y cenas, llevan a los niños al colegio... Cada mujer es una familia es una situación y trabajamos e intervenimos con ella con unos objetivos concretos de acuerdo a sus necesidades», explica Patricia Campos, quien señala que aunque el perfil mayoritario es el de mujeres de edad media, de 30 a 45 años, últimamente también han entrado, pocas, mayores de 60 años y también algunas chicas de 18 y 19 años».

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